Fue bastante atípico el capítulo de ayer de Top Chef, la jornada de repesca nos trajo también algunas sonadas sorpresas y varios reencuentros que determinarán el devenir del programa.
La primera gran sorpresa fue la duración del programa. Hartos como estamos de pedir que se acorte el formato y que empiece más temprano, por una vez (y esperamos que sirva de precedente) conocímos el nombre del concursante eliminado antes de las 12;45. Apenas una hora y media de programa, y todavía se podía haber acortado un poquito más, porque los últimos 20 minutos se gastaron entre deliberación del jurado, metemierding variado y el anuncio de la decisión final.
La segunda gran sorpresa la protagonizó la eliminación de Manu. No voy a entrar (por ahora) en el debate sobre si la eliminación del gallego fue justa o injusta, aunque el hecho de que la cata no sea ciega y que ni siquiera se molesten en disimular los pinganillos que lleva el jurado da bastante que pensar. En cualquier caso, ninguno esperábamos la eliminación tan prematura de uno de los cuatro candidatos reales que quedaban en competición.
Menos sorpresiva se puede considerar la reentrada de Melissa que más de uno vaticinábamos ayer, lo que llamó la atención fue la variedad de reencuentros que tuvieron lugar con su regreso.
El primero fue el reencuentro con su "amiga del alma" Rakel, una amistad que solo advertimos en el programa en que eliminaron a la asimétrica y que ahora parece estar forjada a fuego y martillo como el acero valirio, parece que los chihuahuas unen mucho. El segundo reencuentro fue con el metemierding, indisimulado y muy sobreactuado (algunos concursantes ya saben los réditos que esto produce). Esta "amistad" viene con ánimos de revancha por una lista de supuestas terribles afrentas que tampoco habían sido tan evidentes a lo largo del programa por parte de todo el resto de concursantes. Se ha iniciado la batalla entre los galácticos y las asimetric tweens.
La primera gran sorpresa fue la duración del programa. Hartos como estamos de pedir que se acorte el formato y que empiece más temprano, por una vez (y esperamos que sirva de precedente) conocímos el nombre del concursante eliminado antes de las 12;45. Apenas una hora y media de programa, y todavía se podía haber acortado un poquito más, porque los últimos 20 minutos se gastaron entre deliberación del jurado, metemierding variado y el anuncio de la decisión final.
Aunque cualquiera de los dos hubiera sido una sorpresa, el premio se lo llevó Manu
La segunda gran sorpresa la protagonizó la eliminación de Manu. No voy a entrar (por ahora) en el debate sobre si la eliminación del gallego fue justa o injusta, aunque el hecho de que la cata no sea ciega y que ni siquiera se molesten en disimular los pinganillos que lleva el jurado da bastante que pensar. En cualquier caso, ninguno esperábamos la eliminación tan prematura de uno de los cuatro candidatos reales que quedaban en competición.
Roncero, creo que se te ha metido un poco de gazpachuelo en el oído
Y a Chicote, el martillo de Thor
El primero fue el reencuentro con su "amiga del alma" Rakel, una amistad que solo advertimos en el programa en que eliminaron a la asimétrica y que ahora parece estar forjada a fuego y martillo como el acero valirio, parece que los chihuahuas unen mucho. El segundo reencuentro fue con el metemierding, indisimulado y muy sobreactuado (algunos concursantes ya saben los réditos que esto produce). Esta "amistad" viene con ánimos de revancha por una lista de supuestas terribles afrentas que tampoco habían sido tan evidentes a lo largo del programa por parte de todo el resto de concursantes. Se ha iniciado la batalla entre los galácticos y las asimetric tweens.
Mira Melissa, esta es la cara de Víctor