Masterchef 1.3: Lo mejor lo dejaron en la nevera
jueves, abril 25, 2013
Parece que el show televisivo va tomando rodaje, ya vamos conociendo mejor a los concursantes, el jurado se va relajando y empieza a verse algo más que gente de mala ostia poniendo a caldo a concursantes inexpertos.
Pero lo más destacable de esta tercera entrega no fueron las pifias y situaciones que luego repasaremos, lo más interesante fue la "masterclass" (lo que viene siendo una lección magistral) impartida por el chef Andoni Luís Adúriz, de la que sólo nos enseñaron unos fragmentos y que, afortunadamente, se puede ver íntegramente en la web oficial del programa.
LA CAJA SORPRESA
Pero lo más destacable de esta tercera entrega no fueron las pifias y situaciones que luego repasaremos, lo más interesante fue la "masterclass" (lo que viene siendo una lección magistral) impartida por el chef Andoni Luís Adúriz, de la que sólo nos enseñaron unos fragmentos y que, afortunadamente, se puede ver íntegramente en la web oficial del programa.
LA CAJA SORPRESA
En este caso, la caja sorpresa escondía un ingrediente complicado, un bogavante vivo para cada concursante. La cámara se centra en Santiaga, la manchega, que hasta el momento había pasado desapercibida, va a ser la protagonista durante todo el programa (no se si por dar razones para su posterior eliminación), en este caso, al ver los bichos vivos, se descompone, incapaz de asumir que tiene que liquidar al crustáceo para poder hacer su plato: "yo nunca he matado a nadie" afirma, para colmo, Pepe se marca uno de sus habituales momentos sobreactuados: "se ha escrito un crimen".
Santiaga, antes de liquidar al bogavante
De entre los desastres, hay que destacar el plato de Noé, el revenue manager (que sigo sin saber qué es eso) cordobés, que tuvo los huevazos de hacer un arroz con bogavante, pero sin bogavante, todo un alarde de originalidad.
De entre los éxitos, meritorio el trío que presentó Efrén, aunque el arroz estaba duro a ojos vista.
También muy original la presentación de Juan Manuel, con un tartar de varia plantas que al parecer armonizó muy bien.
Por último, la campeona fue Eva, la cordobesa, ya recuperada de su desengaño taurino-sentimental, se inventó el plato más atractivo de la noche, bogavante en salsa de su jugo con guacamole.
Eva es, por el momento, la más brillante de los concursantes, sin los conocimientos técnicos del lacrimógeno Jose David o la muy creida Clara, ya que es capaz de inventar platos sencillos y originales que, además, parece ser que están buenos.
EN EL RODAJE DE "ISABEL"
En esta ocasión, la prueba externa se desplazó al rodaje de la serie "Isabel", los concursantes, divididos en dos equipos, tienen que cocinar para los 60 miembros del equipo.
En la selección de los equipos, Juan Manuel, un chaval tímido y voluntarioso que apunta muy alto como favorito en el programa, no calcula bien la estrategia y regala al otro equipo una alineación mucho más capaz a priori. Y es que a esta altura del programa todo el mundo, concursantes, jurado, público, sabe quienes son los favoritos por las aptitudes que van demostrando. Quizás, lo triste, es que sólo han pasado tres programas y está todo demasiado claro.
Fue el suicidio de Juan Manuel, que auqnue hizo un buen trabajo como jefe de su equipo, no pudo evitar sucumbir ante la evidente menor capacidad técnica y creativa de su equipo.
La realización volvió a señalar el mal hacer de Santiaga que, incomprensiblemente, se empeñó en no añadir chorizo y morcilla a las lentejas hasta que ya estaban hechas.
LA MASTERCLASS DE ANDONI LUIS ADÚRIZ
Para mi, este ha sido el mejor momento hasta hoy de este programa, un regalo para el equipo que ganó la prueba anterior y un extraño castigo para los perdedores. El reputado chef Adúriz imparte a los siete ganadores una clase magistral.
Y vaya si lo fue, aunque en la emisión apenas duró tres minutos, en la grabación completa pudimos ver a una persona entregada en cuerpo y alma a una profesión a la que ama. No habló Adúriz de lo dura que es la cocina profesional, ni de lo importante que es aprender técnicas, habló de pasión, concentración, inspiración y amor, puesto todo ello en su proporción justa para crear maravillas como la que mostró a los concursantes.
Habló de ciencia, de proteínas, de plantas halófilas que crecen en condiciones extremas de salinidad, razonó sobre puntos de cocción, reflexionó sobre la posibilidad de hacer más amable la muerte de un animal, en fin, veinte minutos que dieron para mucho.
Desde mi punto de vista, este tipo de cosas son las que pueden dar valor a este programa, no las lacrimosas imágenes de los concursantes, no los publirreportajes del ejército o de la serie de turno, no las cagadas de unos u otros. En esta clase aprendimos mucho , y sobre todo , aprendimos qué es lo que diferencia a uno de estos supercocineros de nosotros, los simples aficionados que cocinamos solamente por el gusto de hacerlo...
LA PRUEBA DE ELIMINACIÓN
Llega la prueba de eliminación con seis candidatos. La prueba consiste en imitar lo más fielmente posible un plato que ha preparado Jordi, con pichón, colmenillas, foie y piñones.
Y todo estuvo muy claro desde que Santiaga cogió una codorniz en vez de un pichón, para colmo de males, la deshidrató completamente en el horno, con lo que el resto de concursantes, pese a los nervios e inseguridades, pudo respirar tranquilo.
En lo positivo, el gran impulso que ha tomado Juan Manuel en este programa, entre que el chaval lo hace bien, que es muy tierno y que además tiene una historia de las que gustan al público detrás, creo que va a durar muchos programas.
Un par de detalles divertidos, la misteriosa desaparición de las setas de Cerezo, que el mismo había metido en un trapo que tenía sobre la encimera, y el numerito de Maribel con Pepe, al que rogó que no se comiera el foie crudo que había puesto en su plato.
Hay que decir que el programa va mejorando, como corroboran las cifras de audiencia, pero me resulta completamente incomprensible que, disponiendo de un material de calidad para emitir, prefieran centrarse en material casposo y fritanguero, que gustará mucho a los seguidores habituales de realitis, pero que hace que la calidad del producto empeore notablemente.
Barrunto que en los próximos programas iremos viendo desfilar a Noé y a otros personajes planos que hay entre los concursantes y también veremos a los Jose, Juan Manuel (ambos se disputan el título de llorica oficial), Fabián, Clara, Eva y Efrén irse quedando solos en la lucha por el título final.
De entre los éxitos, meritorio el trío que presentó Efrén, aunque el arroz estaba duro a ojos vista.
También muy original la presentación de Juan Manuel, con un tartar de varia plantas que al parecer armonizó muy bien.
Por último, la campeona fue Eva, la cordobesa, ya recuperada de su desengaño taurino-sentimental, se inventó el plato más atractivo de la noche, bogavante en salsa de su jugo con guacamole.
Eva es, por el momento, la más brillante de los concursantes, sin los conocimientos técnicos del lacrimógeno Jose David o la muy creida Clara, ya que es capaz de inventar platos sencillos y originales que, además, parece ser que están buenos.
EN EL RODAJE DE "ISABEL"
En esta ocasión, la prueba externa se desplazó al rodaje de la serie "Isabel", los concursantes, divididos en dos equipos, tienen que cocinar para los 60 miembros del equipo.
En la selección de los equipos, Juan Manuel, un chaval tímido y voluntarioso que apunta muy alto como favorito en el programa, no calcula bien la estrategia y regala al otro equipo una alineación mucho más capaz a priori. Y es que a esta altura del programa todo el mundo, concursantes, jurado, público, sabe quienes son los favoritos por las aptitudes que van demostrando. Quizás, lo triste, es que sólo han pasado tres programas y está todo demasiado claro.
Fue el suicidio de Juan Manuel, que auqnue hizo un buen trabajo como jefe de su equipo, no pudo evitar sucumbir ante la evidente menor capacidad técnica y creativa de su equipo.
La realización volvió a señalar el mal hacer de Santiaga que, incomprensiblemente, se empeñó en no añadir chorizo y morcilla a las lentejas hasta que ya estaban hechas.
LA MASTERCLASS DE ANDONI LUIS ADÚRIZ
Para mi, este ha sido el mejor momento hasta hoy de este programa, un regalo para el equipo que ganó la prueba anterior y un extraño castigo para los perdedores. El reputado chef Adúriz imparte a los siete ganadores una clase magistral.
Y vaya si lo fue, aunque en la emisión apenas duró tres minutos, en la grabación completa pudimos ver a una persona entregada en cuerpo y alma a una profesión a la que ama. No habló Adúriz de lo dura que es la cocina profesional, ni de lo importante que es aprender técnicas, habló de pasión, concentración, inspiración y amor, puesto todo ello en su proporción justa para crear maravillas como la que mostró a los concursantes.
Habló de ciencia, de proteínas, de plantas halófilas que crecen en condiciones extremas de salinidad, razonó sobre puntos de cocción, reflexionó sobre la posibilidad de hacer más amable la muerte de un animal, en fin, veinte minutos que dieron para mucho.
Desde mi punto de vista, este tipo de cosas son las que pueden dar valor a este programa, no las lacrimosas imágenes de los concursantes, no los publirreportajes del ejército o de la serie de turno, no las cagadas de unos u otros. En esta clase aprendimos mucho , y sobre todo , aprendimos qué es lo que diferencia a uno de estos supercocineros de nosotros, los simples aficionados que cocinamos solamente por el gusto de hacerlo...
LA PRUEBA DE ELIMINACIÓN
Llega la prueba de eliminación con seis candidatos. La prueba consiste en imitar lo más fielmente posible un plato que ha preparado Jordi, con pichón, colmenillas, foie y piñones.
Y todo estuvo muy claro desde que Santiaga cogió una codorniz en vez de un pichón, para colmo de males, la deshidrató completamente en el horno, con lo que el resto de concursantes, pese a los nervios e inseguridades, pudo respirar tranquilo.
Jordi, después de probar la codorniz de Santiaga
Lo más destacable fueron dos broncas, la primera a Noé, que huele a muerto que apesta, por su falta de actitud, y la segunda, más que merecida, a los salvados de la prueba anterior, que como ya se creen los nuevos Arzaks, se pasaron toda la prueba de cachondeito en el balcón, una de las varias faltas de compañerismo que vimos ayer en el programa.En lo positivo, el gran impulso que ha tomado Juan Manuel en este programa, entre que el chaval lo hace bien, que es muy tierno y que además tiene una historia de las que gustan al público detrás, creo que va a durar muchos programas.
Un par de detalles divertidos, la misteriosa desaparición de las setas de Cerezo, que el mismo había metido en un trapo que tenía sobre la encimera, y el numerito de Maribel con Pepe, al que rogó que no se comiera el foie crudo que había puesto en su plato.
Cerezo buscando las setas que tenía delante
CONCLUSIONESHay que decir que el programa va mejorando, como corroboran las cifras de audiencia, pero me resulta completamente incomprensible que, disponiendo de un material de calidad para emitir, prefieran centrarse en material casposo y fritanguero, que gustará mucho a los seguidores habituales de realitis, pero que hace que la calidad del producto empeore notablemente.
Barrunto que en los próximos programas iremos viendo desfilar a Noé y a otros personajes planos que hay entre los concursantes y también veremos a los Jose, Juan Manuel (ambos se disputan el título de llorica oficial), Fabián, Clara, Eva y Efrén irse quedando solos en la lucha por el título final.
2 Comentarios
Coincido contigo en que ha sido el mejor programa hasta la fecha. A mi, por cuestiones personales (publiqué uno el otro día) lo que más ilusión me hizo fue que Samantha no supiera lo que era un blondie. Y es que esta mujer me tiene fascinado, no sólo por sus estilismos imposibles sino porque veía alguna vez su programa en canal cocina. Y, pásmate, allí era una chica de lo más dicharachera y accesible. Yo creo que la de master chef es la gemela malvada, rancia y tiesa. No sé si es una teoría muy plausible, pero es la única que se me ocurre para explicar el fenómeno.
ResponderEliminarPor lo demás te ha faltado comentar el momento "cocineros guapos somos muy pocos", dicho por Pepe a Noé. Igual es tema de tocayismo, pero le estoy empezando a coger el punto a este hombre.
Confieso Pepe, que a mi también me está empezando a caer bien el pollo este, parece que va encajando su personaje y a lo mejor tanta mala leche sólo era fruto de los nervios del primer programa. Lo de Samantha, pues que quieres que te diga, un cruce entre la señorita Rottenmeyer y el hermano malo de Chuky.
ResponderEliminarUn saludo amigo
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