Hoy preparamos un plato rico y fácil inspirado en una receta de Vegetal y tal, en el que vamos a usar una base de hojaldre (de las que venden en el super) que rellenaremos con espinacas rehogadas aderezadas con queso de cabra y nueces.

La única dificultad de este plato radica en tratar bien el hojaldre. El hojaldre se hace a partir de la superposición de capas muy finas de masa separadas por capas de mantequilla o margarina. Al calentarse en el horno, las capas se van separando creando una estructura con muchos huecos y muy ligera. La razón de este comportamiento de la masa es que, al calentarse, la masa se desprende de la humedad sobrante, y la mantequilla, por su efecto aislante, evita que se escape, creando esa estructura característica que todos conocemos.



El hojaldre debe hornearse a temperatura alta, entre 200 y 220 grados. Si se hornea a más baja temperatura, la margarina se derrite antes de que se evapore el agua y se infiltra en las capas de masa, impidiendo que suba. Si se hornea a temperatura demasiado elevada, la masa se cierra por fuera y el centro queda crudo y emplastado.

Pondremos a prueba las cualidades de dos productos fulleros, la masa de hojaldre de paquete "La Cocinera" y las espinacas de bolsa "Aliada"



INGREDIENTES (Para 4 personas)

• Un paquete de masa de hojaldre fresca. Yo he usado la de "La Cocinera", que es redonda, pero vale cualquier marca y forma.
• 1 yema de huevo batida.
• 300 gramos de hojas de espinacas. Yo he usado una bolsa de marca "Aliada".
• 100 gramos de queso rulo de cabra de buena calidad. Los pequeñitos tipo President, en mi opinión, son muy malos.
• 2 dientes de ajo.
• Media cebolla mediana.
• 6 nueces
• Sal
• Aceite de oliva virgen extra
• Pimienta

PREPARACIÓN 

1. En una sartén con un poco de aceite de oliva a fuego medio-alto ponemos los dientes de ajo cortados en láminas y la cebolla finamente cortada. Rehogamos un par de minutos y cuando se vaya poniendo transparente la cebolla añadimos las espinacas.


2. Como se ve en la imagen, las espinacas son tan escandalosas al principio como decepcionantes al final, ya que esta selva que se ve aquí queda reducido a esto:


Es decir, le vamos dando vueltas a las hojas, con cuidado de que no se salgan de la sartén, y en seguida veremos como al evaporarse el agua las hojas van reduciendo a ojos vista. Cuando ya estén reducidas del todo añadimos sal y pimienta al gusto. Seguiremos cocinando las espinacas con el fuego un poco más bajo hasta que pierdan casi toda la humedad. Esto es muy importante para que cuando rellenemos el hojaldre no se empape con el líquido de las espinacas.

3. Añadimos las nueces muy picaditas y las incorporamos removiendo bien las espinacas para que se distribuyan homogéneamente.

4. Una vez terminadas las espinacas apagamos el fuego , extendemos las espinacas en la sartén y colocamos sobre ellas el queso de cabra cortado en trozos pequeños, para que se derritan ligeramente con el calor residual.

5. Mientras que hacemos el relleno podemos ir haciendo el hojaldre. Precalentamos el horno arriba y abajo (y con aire, si lo tiene) a 220 grados. Extendemos la masa y la cortamos en dos mitades lo más parecidas posible. Pintamos ambas mitades con la yema de huevo batida. Colocamos una mitad sobre la otra, el huevo servirá para unir las dos mitades y para que se dore bien en el horno.


6. Ponemos nuestro montaje de hojaldre sobre una bandeja, la metemos en el horno que bajaremos a 200 grados y lo dejamos en el horno durante 15-20 minutos, hasta que esté bien dorado y la masa haya subido bien. (Conviene vigilarlo constantemente porque cada horno es un mundo). Si vemos que se dora muy rápido, bajaremos un poco la temperatura del horno.


7. Abrimos una tapa en la parte superior para introducir el relleno. Lo vamos colocando con cuidado, presionando ligeramente para que las capas inferiores del hojaldre cedan y quepa todo el relleno.


8. Colocamos la tapa y ya podemos comerlo.



COMENTARIOS 

En primer lugar, analizaremos los productos envasados que hemos usado.

Las espinacas "Aliada" han cumplido perfectamente su misión, son muy baratas y, aunque nunca serán lo mismo que las frescas, dan el pego bastante bien, por lo que son admitidas en nuestra lista de productos fulleros.

La masa de hojaldre de La Cocinera es otro cantar, porque, aunque en su composición no encontramos
ningún ingrediente especialmente controvertido, si que se aprecia un gran desequilibrio nutricional, ya que contiene más de un 25% de grasas y casi la mitad de ellas saturadas, aunque quizás no suene tan dramático si pensamos que lo que corresponde a cada ración sería unos 15 gramos de grasas. Por tanto, por su buen rendimiento merece un aprobado alto, pero por su alto contenido en grasas saturadas le damos un aprobado condicional, pensando en encontrar alguna otra marca que tenga un menor contenido en grasas.

Sobre el plato, decir que salió riquísimo, y que si  estaba bueno un día, mejor estaba al siguiente y en frío. Es un plato estupendo para completar una cena, ya que toca todos los grupos nutricionales y el aporte calórico es adecuado pese a la masa de hojaldre, unas 350 Kcal por ración.

El precio de esta super-empanadilla sería de aproximadamente 1,50 € por ración.


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