Masterchef 1.1: Desfile de clichés, decepción total

jueves, abril 11, 2013

Llegaba ayer a la parrilla televisiva el programa MasterChef que había creado auténtica expectación en el mundo de los frikis cocinillas, yo, que he seguido con interés algún que otro Top Chef americano reconozco que sentía curiosidad malsana por saber cómo iba a ser la copia made in Spain. Y allí estuvo el tío, a las diez y media como un clavo delante de la tele...



No soy mucho de juzgar el libro por la tapa, pero si que soy de dejar un libro si a las 50 páginas no me ha conquistado, por analogía, no voy a dejar de ver aún este programa, pero la tapa que nos han presentado no me ha gustado nada.

La primera impresión es que se trata más de una especie de operación triunfo cocinil que un talent show al estilo de los que hay en otros países, los participantes son aficionados y recibirán clases para mejorar su técnica y conocimientos. ¿A qué viene entonces enfrentarlos sin anestesia a las dos pruebas que les propusieron? ¿Por qué se supone que deberían saber de alta cocina? ¿Cómo pueden someterlos a tanta presión sin una mala sonrisa de complacencia o complicidad?.



Pero vayamos desgranando los ingredientes del programa.


EL CASTING

El programa comienza con un megacasting en la plaza de Oriente en Madrid en la que 500 entusiastas cocinillas desafían al frío (-2 grados, según dicen), al viento y a las horas de rodaje. Se de buena tinta que para muchos fue una pesadilla, y si no que se lo pregunten a Miss Vinagre, autora del buen blog del mismo nombre, que relata su amarga experiencia en este casting.

La prueba consiste en presentar en pocos minutos un plato que el personal ya traía preparado, se da la señal de inicio y, cutre detalle, empiezan a salir bolsas de plástico, tuppers de todo tipo, bolsas de deporte tipo Montreal 76, en un frenético despliegue en pos de una de las 40 cucharas de madera que reparte la organización, el salvoconducto a la selección final.

Cuando acaba el tiempo llega la primera actuación de los jueces, se pasean entre los aspirantes con cara de mala ostia, con perdón, haciendo creer a todos que sus platos no están a la altura. Al final, un variopinto rebaño (algunos dicen que ya estaban elegidos anteriormente), es seleccionado para esa última criba, y a los derrotados, adiós muy buenas y ni un mal bocata para compensarlos.


LA SELECCIÓN FINAL

Los 40 aspirantes son requeridos a realizar su mejor plato y defenderlo ante el impávido jurado uno por uno, todo ello acompañados de sus familiares dispuestos a moñearse con cualquiera si llegara el caso (aquí hay filón para Almodóvar).

Comienza el desfile y ya se empiezan a ver los criterios de selección, gente que pueda tener algo de gancho en la pantalla, sin tener en cuenta en lo más mínimo el posible talento innato.

Va pasando una galería de personajes peculiares. Un chiquillo de 18 años que hace un postre decorado con un estropajo de caramelo (pa dentro) , una señora que está en medio de una mudanza a Nueva Zelanda (pa dentro), una a la que el marido le acaba de poner los cuernos (no sólo lo contó sino que lo acompañó del correspondiente gesto manual) y quiere cambiar de vida (pa dentro), uno que practica la cocina tecnológica (al hoyo), una que se pone a cantar (al hoyo),....

Bebiendo para olvidar

Al final quedan 15 aspirantes algunos de los cuales ya hemos ido conociendo en este primer programa.


LOS CONCURSANTES

Como dije antes, no parece haber ninguna relación entre el talento culinario y la participación en MasterChef, de hecho, al contrario que en Top Chef, todos los concursantes son simplemente aficionados a la cocina como tu o como yo, que se dedican a otra cosa y cocinan en casa por gusto de hacerlo. Jamás se han enfrentado a una cocina profesional (y vaya si se nota) y dificilmemente lo harán en el futuro.

Hay entre los concursantes algunos personajes muy almodovarianos (perdón que me repita pero para mi no hay otra manera de catalogarlos). Esa señora que se echa a llorar cuando la nombran jefa de equipo y se tira al suelo como si hubiera ganado Roland Garros cuando no la ponen en la calle, ese niño que pone a parir a un compañero en cuanto la cosa se tuerce, ese José ganador de la primera prueba eliminatoria con una facilidad lacrimal muy beneficiosa para él, o esa Nati que por dos veces es capaz de presentar el mismo argumento: "yo había pensado esta genialidad, y sin embargo aquí os presento este truño con aspecto de chapapote que vais a tener que tragaros"...

Agradeciendo al jurado la no eliminación

La mayoría pasó inadvertido, básicamente porque el programa se centró más en las miraditas severas del jurado y los comentarios chuscos de los concursantes que en mostrar las habilidades culinarias de unos y de otros.


EL JURADO

En este jurado no hay papeles, no hay poli bueno y poli malo, todos son polis malos.

Jordi, que parece el mas buena gente, carece completamente de espontaneidad, de vez en cuando se le escapa algún comentario bien intencionado, pero en seguida vuelve a su guión y a su semblante severo. He visto Madelmans (o Madelmen, no se cómo se dice) con más expresividad que él.

Samantha, que va de loquilla excéntrica en su programa de Canal Cocina, se ha dejado la simpatía en casa y a cambio se ha metido un limón entre las fauces (porque esa cara de asco no es normal), ni una sonrisa en todo el programa, nada de empatía, nada de ánimo,...

Pepe tampoco estuvo a la altura, excesivo unas veces, mal educado otras, con una agresividad tan mal escenificada que en alguna ocasión le hizo parecer un guarrete cuando masticaba un bocado de los platos de los concursantes.

Hubiera sido interesante que se alabaran las virtudes de las creaciones de los participantes, por pocas que fueran, por lo visto, todos tienen mucho que aprender, no te jode, si son soldador, biólogo, revenue manager (que no se qué c... es eso), estudiante y de más ¿por qué se espera de ellos que sepan tanto?.


RANCHO MILITAR

Después de una absurda pantomima de los participantes, alucinando al ver unas estanterías de supermercado como si no hubieran pisado un mercadona en la vida, llegó la primera prueba. Consistió en preparar, por equipos un menú para 150 militares embarrados y muertos de hambre, eso sí, la base era solomillo de ternera de Ávila que hay que ser muy borrico para estropear con la guarnición.

Unos optaron por acompañar la carne con salsa de miel y mostaza, buena elección, y un puré de patatas que no salió porque no consiguieron hacer hervir el agua (no mandé mis naves a luchar contra los elementos....), pese a ello allí estuvieron con la megabatidora intentando batir lo imbatible. Tras tirarse los trastos unos a otros y espantarse las culpas sin disimulo, de pronto se sacan de la manga unas patatas con champiñones bastante "deconstruidas", me pregunto si en la receta que incluyen en la página oficial del programa incluirán la hora que pasaron las patatas en agua calentita...

El plato ganador

El otro equipo optó por un "sencillo" risotto de calabaza acompañado de chips de calabaza, un plato muy castrense y fácil de preparar para 150. el resultado fue el plasto esperable y la mayoría de las zanahorias quedaron en el plato. Logicamente, perdieron.


RODABALLO ELIMINATORIO

Y para terminar, dan a cada uno de los perdedores un rodaballo entero para que lo preparen de la manera que quieran. Me puedo figurar que el desconcierto fue grande, el rodaballo es complicado de manejar y la mayoría de la gente no lo ha preparado nunca (entre otras cosas porque vale una pasta). Dicen que todo lo que sobra se lo dan a Cáritas, pues a ver que hacen los de Cáritas con esos rodaballos masacrados por los concursantes.

Se les vio sufrir en la preparación, uno incluso por poco aporta su dedo al plato. El jurado, por su parte, añadió su granito de arena al nerviosismo, paseándose entre las mesas de trabajo dando a entender que todo estaba mal.

Al final, dos "nominadas" y, sorprendentemente, gana Nati, que ha vuelto a perpetrar un platucho pese a que ella había pensado en preparar otro que era la ostia. Abrazos, lagrimitas, mini-entrevista lacrimógena y pa tu casa. Ni una mala palmadita en la espalda por parte del jurado, ni siquiera de los demás concursantes.

La primera eliminada


POR QUÉ NO ME HA GUSTADO
  • El nivel de los concursante es flojito, lo cual para mi no es un problema, prefiero la cocina práctica y de casa que las frivolidades excentricas de muchos chefs mediáticos y me resulta fácil identificarme con ellos.
  • Los criterios de selección de los participantes nada tienen que ver con la cocina.
  • Las pruebas superan con creces la capacidad de la mayoría de los concursantes, lo que supone para ellos un sufrimiento y no un disfrute.
  • La cocina es pasión, y no vi mi un segundo de pasión en todo el programa.
  • El jurado es malísimo, y no beneficia en absoluto la creatividad y naturalidad de los concursantes.
  • El programa se centra en clichés cogidos de los programas a los que imita, miradas intimidatorias, silencios mosqueantes de los jueces, llantos y cabreos de los concursantes.
  • Aunque no sea el objetivo, no se aprende nada, no se ve la elaboración de la comida, ni se escuchan los expertos comentarios de los jueces.
  • Se dan mensajes contradictorios, como expulsar a una aspirante por poner zanahorias de bote y sin embargo, preparar una olla de caldo de tetra brick sin decir nada (a lo mejor es que Gallina Blanca pone algo....)
  • El trofeo que te dan parece que lo han comprado en el chino.
El jurado presenta los premios

LA RESPONSABILIDAD DE LA TELE PÚBLICA

Una reflexión final sobre el hecho de que este programa se emita en la primera cadena.

Desde mi punto de vista las cadenas públicas deberían de tener la responsabilidad de hacer o contratar programas que aporten algo más que las cadenas comerciales. Pienso que se está perdiendo la oportunidad de primar en este programa el especto pedagógico, enseñar al público a comprar, a usar producto fresco, a elegir el producto local, a planificar con criterio y a hacer comidas sanas y con un contenido nutricional y calórico adecuado.

Los responsables públicos gestionan dinero de todos y, se supone que deberían velar porque ese dinero redundara en algo positivo sobre las personas que vean los programas. No debe ser, por tanto, una prioridad la captación de una audiencia morbosa, y pienso que un concurso con las características que he mencionado podía ser mucho más interesante que el que han planteado ellos.

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13 Comentarios

  1. Arturo Pardos Batisteabril 11, 2013 8:28 p. m.

    Hubo un tiempo, ya lejano, en el que el cocinero solo cocinaba para su amo, su único crítico. Un día, fue separado el cocinero del amo, y se estableció por su cuenta, en la calle. Y apareció el crítico gastronómico para descubrir, pulir y exaltar al cocinero como cosa pública creada por él.
    Otro día, la fotografía en color tomó las riendas del discurso y cocineros, críticos y comensales fueron, de súbito, alfabetizados visualmente: la cocina se manifestó a través de la imagen. Los platos ya no tenían que saber ni oler, sino ser reconocibles como iconos. Así que el propio crítico empezó a ocuparse de las fotos de los platos. Y la crítica se fue haciendo irrelevante porque el cocinero se había alfabetizado visualmente a la par que el crítico y el comensal.
    Luego, el cocinero jefe, ya chef, se erigió a su vez en crítico, pues sabía tanto como el que más de la cocina y su circunstancia. (El crítico se hubo de aliar con el chef para no perder comba.) Pero el chef quería y podía volar solo, pues además de chef, era comensal y crítico, amén de más mediático que nadie. (El crítico abdicó y se convirtió en portavoz del chef.) La sociedad, empero, seguía reclamando algún guía. Y fue cuando el chef, repito, devino crítico público porque la crítica del crítico apenas interesaba al público crítico. La televisión llevó al chef al altar. El chef (Chicote u otro), y no el crítico, fue a televisión a criticar al cocinero criticable. En el siguiente paso, un chef consagrado (Pepe Rodríguez Rey u otro), y no el crítico, descubriría y exaltaría al cocinero desconocido, labor hasta hace poco todavía encomendada al crítico.
    ¿Y cuál es el siguiente paso? El SERVICIO. Mas ya no será el crítico gastronómico quien ejercerá de crítico del servicio porque la propia dinámica del sistema lo ha expulsado del Teatro Gastrónico. Será el Analista de Formas Gastrónicas quien, en el futuro inmediato del “Cómo quiero que me sirvan” (el vino o lo que sea) interpretará. Mañana, se corregirán y enaltecerán en la nube los comportamientos del camarero y el sumiller. El Duque de Gastronia estará ahí, por derecho.

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  2. El jurado es demasiado serio y con un guión establecido, vale q es un programa de TV y ser agrio (tipo Risto) es un punto que puede traer audiencia. Pero yo parece q llevaban un palo de escoba metido por donde la espalda pierde su nombre. Además, son contradictorios. Por un lado les dicen q les queda muuucho q aprender, pero no les dan críticas constructivas, no les enseñan nada. Otras contradicciones vienen por lo q has comentado, lo de las zanahorias de bote o cuando a un concursante le dicen q ha "colmado" mucho el plato, que lleva muchas cosas y luego a otro q q poca patata ha puesto, q como se la reparten para probarla el jurado. Muchas incongruencias

    Hubieron cosas que si que hicieron gracia, como lo de entrar al supermercado en plan: "Oh Dios mio, hay tomates!" o las secuencias de los equipos montados en los vehículos del ejército.

    Yo voy a seguir viéndolo, a ver como termina el tema.
    Un saludo, Patricia

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  3. Ah! Se me olvidaba, una cosa que me chocó mucho es como se dirigían los concursantes al jurado: "Si, chef". Si que se deben dirigir con respeto al jurado, pero de ahí al "SI, CHEF" hay un trecho importante, que solo les faltaba levantar el brazo...

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  4. A mi si me gusto pero reconozco que todo lo que dices es cierto y me he reido mucho con tu crónica, le has sacado punta a todo, aunque a mi fue lo que me engancho ja, ja, buscaron espectáculo y polémica y lo han conseguido, me parece que esas son sus verdaderas intenciones!!!!

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  5. La cocina es pasión... para vosotros que sois unos aficionados cocinitas. Díselo al cocinero que se tira 10 horas entre fogones, para él será sacrificio y lucha. Alguien que solo cocina por afición jamás entenderá los motivos del verdadero chef, y esta última figura es la que esta emulando el programa, no la de cualquiera de nosotros que un fin de semana intenta preparar una receta novedosa, sin que fallar en su preparación nos suponga más que un pequeño disgusto. Disciplina y talento combinados es lo necesario en cualquier campo.

    Un saludo.

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    1. De acuerdo con tu comentario, por eso pienso que la han cagado al elegir los concursantes, o, si les van a enseñar, en la elección de las primeras pruebas que les superaron por mucho. Ya iremos viendo en que queda todo esto al final

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  6. Muchisimas gracias por la mención ;)

    Acabo de descubrir tu blog (por el referral) y me ha encantado, eso y tu crítica pormenorizada. xD Chapeau!

    a ver si acabo yo la mía, aunque no será tan buena!

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  7. Aún a riesgo de llegar tarde al trabajo {cosa bastante probable ya, a la hora que es}, aquí me tienes enganchada a tu blog. Llevaba varias entradas leídas mientras desayunaba, hasta que he llegado a esta y me ha sido inevitable comentarte, que tienes más razón que un santo, estoy totalmente de acuerdo en todo lo que dices del programa. Has descrito perfectamente lo que yo pensé mientras lo veía, me he reído con tus comentarios y creo que tienes una manera de escribir amena.
    Te mando un saludo y vendré a verte a menudo. Me ha encantado tu blog.
    Rocio

    Por cierto, lo de las cenas me encanta [odio la hora de la cena]

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    1. Muchas gracias por tu comentario, la verdad es que para lo único que nos va a servir Masterchef va a ser para reirnos. Yo también he visto tu blog y es muy bueno, me encanta el diseño y a ver si te consulto como puedo poner algunas cosas.

      Saludos

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  8. Y las recetas que hacen? Dónde podemos conseguirlas? Me gustaría saber cómo hace Juanma su famoso puré de patatas o la receta de aquella tarta de queso tan divina de un concursante que jamás había hecho una...

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    1. En la web oficial del programa publican sólo algunas, las que ganan, el resto no hay manera de conseguirlas

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  9. Acabo de descubrir tu blog y me parece que haces un buen trabajo ¡enhorabuena!

    De MasterChef he visto el primero y el segundo, y a pesar de que en todos haya tongo en el casting y no deje de ser un show televisivo, el primero era muchísimo mejor porque los concursantes tenían más nivel; hubo platos muy buenos, y aunque los televidentes no podemos catarlos, se veía la evolución de los concursantes.
    También se supone que el jurado no está para enseñarles demasiado, eso lo hacen las semanas que están allí aprendiendo.

    Lo bueno de este programa es que más gente tal vez se interese por cocinar y aprender de cocina, pero el hecho de que sea organizado por una tv pública mosquea y más viendo lo que ocurrió en el proceso de selección, pues como bien dices, entonces el programa debería ser más didáctico, aparte de que lo que pasa con las televisiones públicas en este país es una auténtica vergüenza.

    Un saludo

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