Hoy presento mi versión de un plato que comí recientemente en Londres, concretamente en el restaurante Union Jacks situado en Covent Garden y auspiciado por el rey Midas de la gastronomía británica. Jamie Oliver.

Paseando por el bonito mercado de Covent Garden en Londres nos topamos con este restaurante, el Union Jacks, y cuando vimos que pertenecía al imperio Jamie Oliver nos lanzamos de cabeza. En la terraza exterior no había sitio, pero fue mucho mejor, porque nos ubicaron en el comedor del sótano que, aunque era algo claustrofóbico, tenía mucho más encanto que la zona exterior.



La carta es más bien cortita, y centrada en la comida británica, es decir, comida importada de otros lugares del mundo que han acabado por hacerla propia. Además de la carta, sirven el "especial del día", una costumbre no muy habitual en España pero si en otrios paises de Europa, en nuestro caso consistía en el clásico "fish and chips" con puré de guisantes y patatas rehogadas en mantequilla.

No puedo negar que la organización del sitio es excelente, que el aleccionamiento de los camareros es impresionante (el camarero parecía un clon del propio Jamie) y que la rapidez y atención fueron exquisitas, sin embargo la comida no pasó de correcta. Queda claro que el señor Oliver se ha convertido en una auténtica máquina de hacer dinero y a lo mejor no todos sus restaurantes pueden estar a la altura de lo que sus muchos fans esperamos.

El plato más atinado fue este que presento hoy en versión española, una chuleta gruesa de cerdo Hampshire, acompañado de unas curiosas tortitas a base de patata cocida machacada con algunas verduritas en su interior.

El cerdo Hampshire apenas se comercializa en España, aunque en Inglaterra, de donde es originario, tiene gran prestigio por la calidad de su carne. Yo he optado por nuestro exquisito cerdo ibérico (eso si, de cebo) que no creo que tenga nada que envidiarle a este cerdito que parece que lleva la camiseta de Arconada en la eurocopa del 84...


INGREDIENTES (Para 4 personas) 

• 4 chuletas de cerdo (si es ibérico, mejor), se pide al carnicero que las corte gorditas, de unos 200 gramos por chuleta, para que así, al quitar el hueso nos quede un trozo de carne de unos 125 -150 gramos, que es una ración de carne como mandan los cánones nutricionales. En mi caso, el carnicero se pasó bastante de gordas.
• Medio kilo de patatas pequeñas.
• 1 zanahoria mediana.
• 6 vainas de judías verdes (aquí en Cádiz las llaman habichuelillas verdes).
• 3 dientes de ajo.
• 1 huevo.
• 3 cucharadas de pan rallado.
• Sal.
• Pimienta.
• Aceite para freir.