Cocinar con niños 1: Magdalenas de chocolate ilustradas

viernes, mayo 10, 2013

Hoy comenzamos una nueva sección en Cocinar con-Ciencia, especialmente dedicada para aquellos que tenéis trato con niños a los que les llame la atención el mundo de los fogones (normalmente les suele gustar a todos).

No buscaremos recetas complicadas ni un resultado estético espectacular, todo lo contrario, procuraremos que sea él o ella quien haga la mayor cantidad de cosas posibles, en especial en lo que al acabado final se refiere (que suele ser lo que más les llama la atención). Es conveniente explicarles el por qué de cada cosa, que toquen, que mezclen, que batan, que prueben y rebañen, en definitiva, que jueguen con la comida para que aprendan a acercarse a ella con curiosidad y sin miedo.

Pero lo más importante es poder disfrutar de un rato íntimo con los niños que te importan, tus hijos, nietos, sobrinos, hermanos o lo que sea, realizando una actividad divertida y creativa y con la que además aprenderán mucho.



Que nadie piense lo contrario, esto no tiene vocación de cupcake, jamás Y LO DIGO BIEN ALTO, me dejaré seducir por ese repugnante emplasto llamado fondant que sin duda fue inventado por dentistas en busca de nuevos clientes, ni es que yo pretenda convertir a mi Manuela en una Maleni pija-repostera (el concepto se explica es este enlace), fue una idea que se le ocurrió a ella a raíz del reciente día de la madre, aprovechando unos moldes de corazones que compramos una vez en el Ikea. El resultado te puede resultar más o menos estético, pero a mi me encanta porque lo hizo ella y, además, estaban buenísimas.



INGREDIENTES (Para 12 magdalenas)
  • 2 huevos, cuyo peso con cáscara usaremos de medida para los demás ingredientes (como dice mi amigo Pepe del blog El Tío Pep, si son de gallinas felices, mejor)
  • El peso de los huevos en harina de repostería
  • El peso de los huevos en azúcar
  • El peso de los huevos en aceite de girasol
  • La ralladura de una naranja
  • Una tableta de chocolate negro de 150 gramos
  • Un chorrito de leche
  • Corazoncitos de azúcar para decorar


PREPARACIÓN

1. Separamos las yemas de las claras. Mezclamos las yemas con el azúcar hasta que formen una pasta más o menos uniforme.

2. Incorporamos a la mezcla la harina, la ralladura de naranja y el aceite de girasol. Lo mezclamos todo removiendo bien hasta que formen una crema uniforme. En este caso usaremos aceite de girasol por que el aceite de oliva marca mucho el sabor de las magdalenas. La ralladura de naranja les da un toque buenísimo combinado con el del chocolate negro de la cobertura.

3. Valiéndonos de una varillas. montamos las claras a punto de nieve. Cuando estén listas, las incorporamos suavemente a la mezcla con un movimiento amplio para que al mezclar no pierda mucho aire. Este paso es importante porque estas magdalenas no llevan levadura.

4. Repartimos la masa resultante en 12 moldes. No hace falta llenarlos mucho, tampoco es necesario que queden muy grandes.

Este molde supercursi le encanta a mi hija

5. Tenemos el horno precalentado a 180 grados, metemos nuestros moldes y horneamos durante unos 15 minutos. Veremos que engordan un poco (no una barbaridad porque no llevan levadura) y se ponen doraditas.


6. Mientras se van enfriando preparamos la cubertura. Cortamos el chocolate en onzas y lo vamos derritiendo al baño maría, es decir, pondremos una cacerola grande con agua a calentar y dentro pondremos otro recipiente con el chocolate, de este modo, el agua se irá calentando y el calor llegará al segundo recipiente de una manera indirecta, dando lugar a un calentamiento lento y controlado. En el caso del chocolate es fundamental, porque empieza a fundir a unos 25 grados (depende de su pureza), pero si se calienta demasiado, al volver a cuajar toma un color blanquecino muy feo.

7. Vamos removiendo con cuidado a medida que se va fundiendo y le iremos añadiendo algo de leche (a tu gusto) para que sea más cremoso, fácil de trabajar y menos fuerte al comer.

8. Cuando tengamos una crema homogénea, lo retiramos del baño y decoramos nuestras magdalenas. Ponemos una cucharadita de chocolate en el centro de cada magdalena y, con cuidado, vamos extendiéndola a la forma del contorno de la magdalena, en este caso, de corazón. Este paso es perfecto para que lo ejecute el niño o niña, tú haces la primera y a partir de ahí que deje volar su creatividad.


9. Para terminar, colocamos sobre el chocolate aún cremoso la decoración que queramos. En este caso, mi hija y yo optamos por unos corazoncitos de azúcar de colores a modo de carita.




COMENTARIOS

Y salieron buenísimas, muy esponjosas y con un sabor delicioso (un gran acierto la ralladura de naranja).

¿Por qué no use levadura?. Es cierto que las magdalenas con levadura química suben un montón y quedan espectaculares, pero en este caso preferí darle importancia a la decoración, y una superficie más planita como esta es mucho más adecuada para decorar. Las magdalenas suben un poquito debido a que las burbujas que se forman al batir las claras van engordando por el calor y quedan atrapadas dentro de la estructura que forma el almidón hidratado cuando se va secando. El resultado es muy bueno, pero hay que esmerarse en el batido de las claras.

Por lo demás no puedo glosar las virtudes nutricionales de estas magdalenas porque como buen dulce, tiene pocas, y debe comerse con moderación. Lo que si es de destacar es lo rápido que se hacen y lo baratitas que salen. Una docena de estas magdalenas costaron menos de 3€, y no es dinero para el rato tan bueno que se pasa.



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