Ajoblanco malagueño

domingo, junio 02, 2013

Aprovechando el buen tiempo, este fin de semana nos hemos desplazado desde Cadiz a Ronda (Málaga) donde vive mi hermana Delia y su pareja Antuán en una preciosa casita en medio del campo bajo la mirada de la Sierra de las Nieves.

Además del encanto que tiene Ronda, indiscutible en cualquier lista de pueblos más bonitos de España, la zona es una auténtica maravilla natural, rodeada de montañas y apenas a 50 km de la playa. Pero junto a los atractivos monumentales y paisajísticos, esta zona tiene una riqueza gastronómica indudable, y si a eso unimos que mi cuñado Antuán es cocinero de profesión, pues es la ocasión ideal para hacerme con un par de recetas...



Hoy os presento una receta tradicional malagueña que, al parecer, es casi una religión en esta provincia, el ajoblanco malagueño, y uso el apellido malagueño porque en otras zonas de Andalucía como Córdoba o Almería también tienen su propio ajoblanco ligeramente diferente de este malagueño.



El ajoblanco es uno de esos platos que cada cual elabora a su gusto, si se buscan recetas en internet se encuentra una coincidencia total en los ingredientes, pero no en las proporciones que varían mucho de una a otra.

Cuando te intentan explicar lo que es el ajoblanco, mucha gente piensa que es una especie de gazpacho blanco, pero la realidad es que en lo único que se parece al gazpacho es en que se toma muy frío. El ajoblanco es una emulsión fría cuya base es la almendra y el aceite de oliva, además lleva ajo, pan, sal, vinagre y agua. Se suele servir con uvas dulces peladas. En la provincia de Málaga es de rigor usar uvas Moscatel autóctonas, que son muy dulces, deliciosas, aunque solamente se pueden encontrar en agosto. Si no se encuentran uvas lo suficientemente dulces para guarnecer se puede probar con bolas de melón o experimentar con cualquier otra fruta, cuanto más dulce mejor.

Aunque la forma tradicional de preparar este plato es en el mortero, hoy en día usamos la batidora de vaso, y es precisamente este punto donde reside el éxito del plato. Una buena batidora potente conseguirá de la almendra una textura finísima, que apenas se notará, si la almendra queda demasiado gruesa da la sensación de estar masticando y el sabor no es el mismo.


INGREDIENTES (Para 8 personas) 

  • 250 gramos de almendras marconas o larguetas crudas peladas. Es importante que sean de buena calidad, si hay almendras amargas arruinan el plato.
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
  • 1 diente de ajo mediano (o más si te gusta mucho el ajo)
  • 500 ml de agua, luego añadiremos bastante más hasta dar con la textura adecuada
  • 225 gramos de pan, preferiblemente de miga consistente, de horno de leña y del día anterior para que esté algo asentado y la miga haya perdido parte de su humedad.
  • Sal al gusto (se puede rectificar hasta el último momento)
  • 6 cucharadas de vinagre de vino (variable según tu gusto y rectificable hasta el final)
  • Un racimo de unas 60 uvas, que sean de una variedad dulce, preferiblemente uva moscatel, peladas y sin semillas
  • 100 gramos de taquitos de jamón pequeños (opcional, sobre todo si eres vegetariano)

PREPARACIÓN 

1. En el vaso de la batidora colocamos las almendras, un poco de sal , el ajo y el AOVE.



2. Empezamos a batir, al principio costará, pero se irá formando una pasta que se moverá con dificultad. Vamos añadiendo poco a poco y sin dejar de batir el medio litro de agua. En seguida veremos que la pasta se va afinando y volviéndose blanca. Finalmente observaremos que la textura es mucho más líquida y se mueve alegremente al batir. Seguimos batiendo un buen rato, cuanto más fina quede la almendra, mejor.

3. En un bol amplio ponemos el pan cortado a rebanadas gruesas y le añadimos abundante agua para que se empape bien. Cuando ya esté bien mojado le quitamos la corteza que oscurece el plato y no le da buen sabor, aplastamos un poco la miga, pero sin extraerle todo el agua, y la añadimos al vaso de la batidora.



4. Volvemos a batir todo y si vemos que la batidora no bate limpiamente, añadimos algo más de agua. Seguimos batiendo uno o dos minutos, a estas alturas nos tiene que quedar bien líquido, casi como una sopa. Probamos de sal y rectificamos si es preciso.

5. Con el batido finalizado vertemos la mezcla en un bol grande, le añadimos el vinagre y mezclamos bien con un cazo o cucharón. La cantidad que yo he puesto es orientativa, pero depende del gusto personal, por eso, la primera vez es conveniente añadir el vinagre poco a poco, mezclar e ir probando hasta encontrar el punto deseado.



6. Lo metemos en el frigorífico hasta que esté bien frío (también se le puede poner hielo, pero hay que tener la precaución de añadir entonces menos agua al batido).

7. En el momento de servir, volver a mezclar bien y acompañar con unas uvas cortadas por la mitad, peladas y sin semillas y, si se quiere, de unos taquitos de jamón muy picados.




COMENTARIOS 

Es un plato muy refrescante y delicado. En su sabor destaca claramente la almendra, la acidez del vinagre y un sutil toque de ajo. Su textura es finísima, aunque resulta algo pesado y no conviene servir una ración excesivamente grande.

Desde el punto de vista nutricional no se puede decir que sea un plato muy equilibrado, siendo muy destacable su contenido en grasas, eso si, principalmente grasas insaturadas de buena calidad. Las almendras proporcionan también una buena cantidad de proteínas y el pan, hidratos de carbono. Lo que fallan claramente son las vitaminas que debemos buscarlas en el segundo plato.

Desde el punto de vista energético es una pequeña bomba de energía, aportando cada ración unas 400 Kcal (otra de las razones por las que no conviene poner raciones muy grandes).

El coste de este delicioso plato sería de 0,80 € por ración.


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2 Comentarios

  1. Buenos dias, riquisimo!!!! Y muy bien explicado, he llegado hasta su blog a través de El comidista, al que sigo y leo cada día.
    Si le gusta las recetas malagueñas le animo a visitar Mi cocina y si le gusta el ajoblanco malagueño, le dejo (con su permiso) el enlace para que pueda degustar una variendad un tanto más "viejuna" como diría "Mikel"...Un cordial saludo y enhorabuena por su buen hacer gastronómico.
    http://micocinacarmenrosa.blogspot.com.es/2012/06/ajoblanco-malagueno-de-habas-secas-y.html

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  2. Me alegro de que te guste, tenía noticias de que en la Axarquía se usaban habas en vez de almendras, como a mi me encantan las habas, pienso hacer la prueba en cuanto pueda. Un saludo y gracias de nuevo por el enlace, es buenísimo.

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