Hoy un postre fresquito y original ahora que va llegando el verano, se trata de una tarta de cuajada de mango.

Es una tarta en tres capas, una tradicional base de galleta y mantequilla, una cuajada de mango natural y una mermelada casera de mango para coronar. Es un sabor sorprendente en una agradable combinación de texturas. Eso si, cuidado con no abusar que es un pelotazo calórico.




INGREDIENTES (Para 12 raciones)

• 1 paquete (unas 25 galletas) de galletas maría tipo hojaldrada
• 100 gramos de margarina
• 2 mangos maduros (para sacar 500 gr de pulpa, 300 para la cuajada, 200 para la mermelada)
• Una lata pequeña de leche condensada (de las de 186 gramos)
• 2 sobres de cuajada de 4 raciones
• Medio litro de leche semidesnatada
• 125 gramos de azúcar
• El zumo de medio limón
• Media manzana rallada

PREPARACIÓN

A) Base de galleta

1. Trituramos las galletas usando una batidora, hasta que formen un polvo lo más fino posible

2. Derretimos la margarina en el microondas y la mezclamos con el polvo de galletas. Mezclamos y amasamos hasta que forme una pasta homogénea. Si vemos que queda algo seca la mezcla , añadimos algo más de mantequilla.

3. Cubrimos un molde de unos 25 cm de diámetro con nuestra base de galletas, ayudándonos con los dedos (obviamente bien limpios) para que cubra toda la superficie.


4. Reservamos en el frigorífico hasta que la necesitemos, si no está bien consolidada se deshará cuando pongamos encima la cuajada.


B) Cuajada de mango

1. Ponemos en un vaso de batidora 300 gramos de pulpa de mango troceada (mejor si está madurito) y la leche condensada. Batimos bien hasta obtener una crema homogénea.

2. Ponemos un cuarto de litro leche a hervir, el resto, lo ponemos en un vaso y disolvemos muy bien los dos sobres de cuajada hasta que desaparezcan los grumos.

3. Cuando hierva la leche la retiramos del fuego rápidamente y le añadimos el resto de la leche con la cuajada disuelta. Removemos bien, volvemos a poner la cacerola al fuego y, sin parar de remover, volvemos a llevarlo a ebullición. Retiramos del fuego. Si vemos que nos queda algún grumo, podemos aplicarle la batidora sin ningún problema.

4. Incorporamos la crema de mango y removemos hasta que quede bien homogénea.

5. Dejamos enfriar un par de minutos y vertemos sobre la base de galleta en el molde. Es necesario hacerlo con mucho cuidado para no estropear la base.


6. Cuando deje de humear, ponemos la tarta a enfriar en el frigorífico.


C) Mermelada de mango

1. Cortamos 200 gramos de pulpa de mango en trozos pequeños, le añadimos el azúcar y el zumo de limón. Mezclamos bien y dejamos en el frigorífico durante al  menos media hora. Con este paso conseguiremos extraer líquido del mango. El zumo de limón evitará la oxidación por contacto con el aire y el cambio de color que produce en la fruta.

2. Ponemos la mezcla en una cacerola a fuego medio-alto. Añadimos la manzana finamente rallada. La manzana aporta pectina, un polisacárido fundamental para dar a la mermelada su característica consistencia. Cuando llegue a ebullición, bajamos el fuego y lo mantenemos cociendo con este fuego suave durante 50-60 minutos, removiendo frecuentemente y deshaciendo con la cuchara de madera los trozos más gruesos de mango. La mermelada estará hecha cuando veamos que se va quedando sin líquido y adquiera un tono más brillante y una consistencia más pastosa.

3. Retiramos del fuego, y, sin dejar enfriar, envasamos en un bote previamente esterilizado durante 10 minutos en agua hirviendo. Enfriamos en el frigorífico.

4. Cuando la tarta esté bien fría y la mermelada también, colocamos sobre la superficie de la cuajada una capa fina de nuestra mermelada casera de mango. Guardamos lo que sobre para otros menesteres.



COMENTARIOS 

Es una tarta muy original con un juego de sabores y texturas realmente sorprendente. La base es la parte más dulce y queda con una textura como de caramelo. La cuajada es delicada y sedosa, con un ligero sabor a mango y el dulzor justo. La mermelada aporta un intenso sabor a mango y una curiosa textura ligeramente fibrosa.


Como ya dije al principio, este tipo de tartas no puede estudiarse desde el punto de vista nutricional salvo desde la moderación. Son caprichos bastante contundentes energéticamente y desequilibrados hacia los glúcidos y las grasas. Pero podemos convertir este tipo de dulces en más saludables usando leche semidesnatada en vez de leche entera o nata, reduciendo la cantidad de azúcar en la mermelada, usando una buena cantidad de fruta fresca (cuyos nutrientes están en la tarta) o buscando otro tipo de bases más ligeras que la que aquí se ha usado.

Una ración de esta tarta de mango aporta aproximadamente unas 250 Kcal, por lo que una segunda ración se instala inmediatamente en las cartucheras. Su precio estaría en torno a 0,65 € por persona.