Top Chef 1.5: Sopor y sorpresón

viernes, noviembre 01, 2013

Por fin he podido terminar de ver el quinto capítulo de Top Chef y lo primero que tengo que decir es que por primera vez me he aburrido, se me ha hecho muy largo y muy pesado.

No se qué es, pero hay algo que no termina de engancharme a este programa. Quizás sea el escaso nivel de los concursantes que siguen empeñados en retrasar el momento en que aparezca un plato realmente espectacular que nos deje boquiabiertos y que esté a la altura de sus presuntas aptitudes. Quizás sea el poco juego que da el jurado, porque Chicote hace lo que puede pero no es ni Buenafuente ni Pablo Motos, pero es que los otros dos son la cosa más sosa que hay sobre la faz de la Tierra. Quizás sea la hora de emisión y el metraje del programa o el exceso de publicidad en el tramo final. No lo se, el caso es que Top Chef no me está enamorando y llegar al capítulo 13 se me hace muy cuesta arriba.

Chicote intenta darle al programa algo de espontaneidad,
 los otros dos son casi figuras de cera

Lo más destacable de ayer fue la más que sorprendente eliminación de Jesús, el que por trayectoria era el gran favorito para alzarse con la victoria. Además, es que no hubo lugar a las dudas porque se puede considerar casi pecado mortal para un cocinero ser incapaz de reconocer la presencia de calamar en una sopa fría de calamar y pepino sobre caldo de calamares, por muy disimulado que éste estuviera (de hecho, sus tres rivales lo identificaron sin dificultad). Es que ni siquiera le supo a mar...


PRUEBA GRUPAL: GUERRA DE RESTAURANTES

En esta ocasión, la organización del programa optó por prescindir de la prueba de presión y de la inmunidad, para dar mayor protagonismo a una prueba grupal que debía de ser espectacular pero que a mi se me hizo muy larga y muy aburrida. Otra vez los nervios, otra vez los platos vulgares, otra vez la tensión con Bárbara....

Esta vez fueron los jueces los que eligieron a los capitanes de manera arbitraria, por una parte Begoña y por otra Antonio Canales, después, sortearon quien elegía primero, momento importante porque decidiría quien se libraba de Bárbara. Y ganó Begoña, que eligió a Antonio Arrabal, Javi y Eli, quedando en el otro equipo la susodicha Bárbara, Jesús y Miguel junto al capitán Canales.

Bárbara, muy contenta con la elección

Canales, también contento

La prueba la titularon de manera grandilocuente "guerra de restaurantes" y consistió en gestionar un turno completo de un restaurante de verdad, desde la confección del menú, hasta la gestión de la sala.

El equipo de Begoña se puede decir que tuvo peor suerte porque le tocó trabajar en el Lhardy, un restaurante fundado en 1839 que encarna al parecer todos los valores del más puro clasicismo. Decoración sobrecargada, camareros estirados, cocina tradicional, en fin, en mi opinión pura caspa (aunque se coma de puta madre, que no dudo que sea así). Una auténtica faena para los cocineros que debían adaptarse al estilo del establecimiento que gusta a su clientela.

El equipo de Begoña ante el escaparate de Lhardy

Les tocó el turno de almuerzo y prepararon una carta con dos primeros, dos segundos y un postre. Para empezar pensaron en una ensalada de bogavante y un steak tartar clásico, para segundo, pollo de corral con foie y garbanzos con bacalao y de postre un mousse de yogur con frutos rojos. Pero, siguiendo el consejo de Chicote, cambiaron el orden y colocaron el pollo de primero y el steak tartar de segundo, cosa que luego fue criticada por los comensales y el jurado.

Como jefa de sala fue elegida Eli, Begoña la quiso sacar lo más posible de la cocina, por una sencilla razón, no se fía de ella. Eli se percató de ello y no lo encajó nada bien, sin embargo, al final quedo claro que la elección fue la adecuada porque la dirección de sala fue correcta y probablemente fue lo que acabó decantando la prueba a su favor.

Begoña controla a Eli con el rabillo del ojo

De las entradas, gustó bastante la ensalada de bogavante con espárragos, emplatada de un modo bastante moderno, sin embargo, la mesa del jurado coincidió plenamente al señalar que el pollo con foie era demasiado pesado como primero y que hubiera estado mejor como segundo.

El emplatado, al estilo "Stonehenge"

El pollo con foie resultó muy basto

El peor plato de la tarde fue el steak tartar, la carne estaba muy oscura y oxidada, excesivamente "machacada", cosa que ya había advertido Begoña a Eli cuando la cortaba. Su aspecto era de lo menos apetecible y así se lo hicieron saber a la jefa de sala.

El colorcito del steak tartar, mortecino

Mejor suerte tuvieron los que eligieron el Bacalao con garbanzos, un plato impecablemente ejecutado por Javi, que poco a poco va sacando el cuello en esta competición.

Con esto si que lo petaron

El postre fue tildado de insulso y la verdad es que fue la consecuencia lógica de no haber puesto el suficiente interés en hacer algo brillante, cosa que también sucedió al otro equipo en el turno de noche.

Al parecer, el postre no sabía a nada

Los clientes más exigentes fueron sus cuatro compañeros, que no dudaron en mostrarse extremadamente críticos con el trabajo de sus rivales, llegando incluso a ser desagradables, "estoy feliz porque esto está muy flojo" llagó a decir Bárbara. Para colmo tuvieron que escribir sus impresiones para que luego las leyeran los que acababan de cocinar. Habil maniobra de la organización, estuvo a punto de liarse.

Chicote entrega el cuaderno de la discordia

En resumen, buena jefatura por parte de Begoña, buena coordinación en cocina, buena dirección de sala. Pena que lo más importante, los platos, estuvieron más bien mediocres...

El otro equipo cocinó el turno de noche del Ramses, un local especializado en cocina de vanguardia, donde deberían haber podido desarrollar todo el potencial que llevan dentro.

El equipo llegan a Ramses

El primer error fue sacarse a Bárbara de la cocina y nombrarla jefa de sala. Y fue un error evidente porque esta mujer ha demostrado que cocinar si que sabe, lo que no tiene para nada son habilidades sociales ni capacidad de organización, así que por quitarse el muerto de encima se crearon un problema de tal magnitud que a igualdad de calidad en lo que a cocina se refiere, la dirección de sala se convirtió en el factor decisivo que los condenó a la prueba de eliminación.

Bárbara, haciendo fotocopias

Como primeros eligieron dos platos fríos y frescos, un ajoblanco con gelatina de miel y berberechos y un ceviche de pulpo. Para los segundos optaron por unas falsas costillas de presa ibérica y filete de breca con espaghettis de sepia y pilpil ligero. Como postre plantearon ejecutar una deconstrucción de una tarta al whisky, pero finalmente tuvieron que cambiar de idea...

Con Bárbara relegada a tareas marginales (tráeme aquello, pon eso allí,...) la cocina funcionó bastante bien. Se repartieron bien los roles y cada cual fue realizando sus tareas sin mayores incidencias. Pero el postre se torció, resulta que no había whisky para la tarta y tuvieron que buscar nuevas soluciones con los ingredientes que tenían a mano. En ese momento salió lo mejor de Bárbara, sus propuestas de soluciones fueron escuchadas y permitieron salvar la papeleta.

Canales, como loco buscando whisky

Bárbara dando ideas para el postre

Pero a partir de entonces Bárbara empezó a entrar en barrena y con ella todo su equipo. Su dirección de sala sólo se puede calificar de lamentable, con todos sus tics y todos sus defectos mezclados en un caos total que a nadie pasó desapercibido. Tan lamentable fue la cosa que ni las comandas se entendían, tal fue el descontrol que hasta la jefa de sala habitual del local tuvo que meterle las cabras en el corral porque las cosas así no salían.

La jefa de sala habitual abronca a Bárbara

Los platos fueron saliendo con dificultades y muchas equivocaciones. El ajoblanco definitivamente no gustó nada porque estaba insulso y con un excesivo sabor a miel, entonces Bárbara decidió por su cuenta y riesgo añadir pimentón al ajoblanco para sorpresa y consternación de los compañeros que no daban crédito. A partir de ahí la tensión fue imparable...

Voy a echarle pimentón, ala

El ceviche sin embargo tuvo mejor acogida, incluso por parte de sus rivales que habían venido con el cuchillo entre los dientes.
La falsa costilla de presa fue el mejor plato de la noche (la verdad es que es difícil estropear eso), pero el pescado fue tildado de muy plano (unidimensional diría yo) por los rivales y por los jueces.

La costilla tenía buena pinta

En el momento de servir el postre se montó la de dios en la cocina, Canales, con mucha prisa y muy mal criterio decidió sacar los postres sin decoración, Bárbara, con buen criterio pero sin el don de la oportunidad decidió saltarse la opinión de su jefe y decorar ella misma sus platos. La ira de Canales apenas se contenía y terminó por mandarla fuera de la cocina, eso si, ella se salió con la suya y los postres salieron decorados.

Bárbara a lo suyo

Canales la manda fuera de la cocina

El postre fue recibido sin emoción por los comensales y con un evidente cachondeo por parte de sus rivales, que se permitieron el lujo de montar un pequeño show en la sala golpeando el tofe con los cubiertos como si fuera de piedra.

Esto si que es lamentable

El mal rollo fue en aumento cuando los miembros del equipo de Canales leyeron los comentarios revanchistas de sus rivales escritos en la libreta de marras. Sinceramente creo que la organización se ha salido con la suya, sembrando una semilla de discordia entre los concursantes que cualquiera sabe por donde puede salir.

Ante platos más bien mediocres de una calidad equiparable el jurado tuvo que valorar otras cosas como la coordinación o la jefatura de sala, y ahí no hubo color. El equipo de Begoña se salvó y el otro quedó condenado a la última oportunidad. Bárbara en seguida se dio cuenta de su cuota de responsabilidad y lloró amargamente disculpándose ante sus compañeros. en un gesto que le honra, Miguel se desvivió para consolarla, mientras que los otros dos rumiaban su malestar en silencio. Solamente al final, Jesús se acercó por allí y le dio un abrazo, Canales, ni eso...

Miguel consuela a Bárbara, Jesús la ignora



PRUEBA DE ELIMINACIÓN: EXPRIMIENDO LOS SENTIDOS

Para explicar lo que pasó en esta prueba empezaremos por el final. Jesús cayó eliminado y además fue con justicia. Vayamos a los hechos.
El planteamiento de la prueba me pareció interesantísimo, intentar imitar un plato que han analizado durante dos minutos usando todos sus sentidos excepto la vista. Un auténtico ejercicio de buen paladar, una virtud indiscutible e indispensable si quieres ser creador de sensaciones en tus clientes.

El plato a imitar

El plato era una sopa fría hecha con caldo de calamares, con tiras de calamar y pepino, todo aromatizado con flores de cilantro y guindilla. Un juego de matices gustativos realmente complejo para nuestros concursantes. Durante dos minutos probaron, olieron, tocaron, pero no vieron nada y a la hora de coger los ingredientes llegó la sorpresa.

Miguel probando el plato a lo Pepe Rodríguez

Y la sorpresa fue que todos atinaron más o menos con los ingredientes, todos cogieron calamar y pepino, menos Jesús, que en un alarde de ceguera gustativa pensó que eran judías verdes y tallarines. Alucinante...
Todos fueron elaborando sus platos, pero ya se veía venir lo que iba a pasar. fue una apuesta personal, una cabezonería, un órdago de Jesús contra todos los demás, una cagada de libro...
Luego se fueron cubriendo los trámites, desvelar cómo era el plato, probar las distintas versiones y decidir, esta vez sin emoción, sin suspense, tres para arriba y Jesús a su casa, con la evidente consternación de Chicote que fue el primer sorprendido del trabajo del favorito.

Chicote, consternado por la prematura eliminación

Jesús fue incapaz de dar una explicación coherente, simplemente dijo que a él no le había sabido a calamar ni había notado su textura, extraño, si tenemos en cuenta que los otros tres si que dieron en el clavo.
No se puede criticar a alguien por carecer de una determinada cualidad, un músico que tenga un oído en frente de otro puede aprender con brillantez toda la técnica necesaria para tocar un instrumento a la perfección, pero si luego es incapaz de distinguir si las notas suben o bajan, podrá interpretar, pero jamás podrá crear música.

Llegado este punto, sólo se me ocurren dos explicaciones para el mal trabajo de Jesús, o es un gran cabezota y muere por sus ideas o tiene tres papilas gustativas que además no llegan a ponerse de acuerdo. En el primer caso, puede que con el tiempo se enmiende, en el segundo, pasa como con el músico, no podemos criticarle por no tener lo que no tiene, pero si que me atrevo a aventurar que difícilmente podrá ir más allá de ser un gran ejecutor de recetas ajenas.

Bonita aceitera, con Jesús en lontananza



¿Y AHORA QUÉ?

Eliminado el gran favorito, cambia algo la perspectiva. Para mi, en estas dos últimas semanas ha emergido Javi como nuevo candidato a la victoria, por su tranquilidad y buen hacer y por ser, además, de los que menos critican a sus compañeros.
En el otro lado, meto a Eli, junto a Bárbara, como gran candidata a la eliminación, porque se ve insegura y por momentos indolentes, un pajarito débil al lado de tiburones como Begoña o Canales.
Los demás siguen en su línea, y veremos en próximos programas hacia donde evolucionan unos y otros.



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10 Comentarios

  1. Es la primera vez que comento Top Chef en contraposición al hecho de que siempre comentaba Master Chef y la razón es simple: me gusta mucho menos que el programa de la 1. No se decir si se debe al jurado, a los concursantes, a la poca gracia que le da la organización o a un combinado de todas las anteriores.
    Respecto al jurado, tienes razón en que Chicote al menos habla e intenta dar algo de vida a la más de hora y media que nos intentan meter mientras que Susi y Angel se quedan callados. Por un lado, creo que esto es cosa del programa, desde el principio han pretendido ponerle a él de protagonista relegando a los otros dos jurados a un segundo plano y por otro, yo es que a este señor no le aguanto, me parece prepotente y pesado (para que narices necesita decirle 5 veces a un concursante que no va a llegar a tiempo, con la primera te escucha de sobra), vamos que como jefe tiene que ser despota e insoportable. Además, para mi este señor no tiene ningún mérito especial a parte de ser nombrado el mejor cocinero de España allá por el 2006, un tipo de premio que en mayor o menor medida tienen la gran parte de los concursantes, vamos que ni de una estrella michelín puede presumir asi que no se que hace valorando a los demás.
    Los concursantes, en su mayoría, no me gustan nada, al igual que el presidente del jurado son prepotentes (en serio, ¿nunca voy a conocer un cocinero que sea humilde y al que no te den ganas de darle una patada en la boca?) para luego, encima, hacer platos mediocres, sin pizca de originalidad (creo que he visto ya demasiado tartar y y demasiaod ceviche). Barbara es tonta de narices, la típica que intenta ir de buena y te las lía en cualquier momento, lo siento pero no soporto a las que pretenden conseguir todo a base de lloros. A Elisabeth la veo buena pero también la faltan un par de veranos y Antonio Arrabal, Begoña y Miguel tienen los 3 una cara de malos bichos, que no les daba yo a estos la espalda no porque me claven un cuchillo sino porque me claven todos, se ve que son de los que disfrutan humillando e insultando al de al lado, su lema es TREPAR A COSTA DE QUIEN SEA. Vamos, que al final me quedo con Javier que está demostrando ser el mejor cocinero y una persona que intenta ganar por sus méritos y no por los errores de otros. Canales, ya veremos, no me da pinta de confiable pero de momento se centra en hacer lo suyo.
    Respecto al programa 5 coincido en que ha sido muy aburrido y sobre la prueba final yo añadiría una tercera posible explicación para el error de Jesús y es que este señor por algun razón quería dejar el programa porque no me cabe en la cabeza que no sepa siferenciar dos sabores como el del calamar y el pepino, de otros productos podría entenderlo pero de estos dos no, son inconfundibles.
    Y, por cierto, Antena 3 está demostrando ser inferior incluso por los invitados que lleva que, al igual que Chicote, se limitan a ser chefs y dueños de un restaurante bien valorado ¿dónde están esas apariciones de los hermanos Roca, Quique Dacosta, Martín Berasategui, Pedro Subijana, Andoni Luis Adúriz o del mísmisimo Ferrán Adriá? ¿por qué se limitan a presentar a sus aprendices (que si fulano ha trabajado a las órdenes de uno o mengano en la cocina de otro)?.
    En fin, que si Top Chef se hubiese presentado antes que Master Chef a lo mejor no se notaría tanto la diferencia entre uno y otro pero tal como están las cosas, el programa, el jurado y sobre todo los "profesionalísimos" concursantes dejan mucho que desear.

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    1. Me alegro de verte de regreso por aquí. Te confieso que por un momento también pensé en esa tercera posibilidad, la de que Jesús quisiera abandonar el programa, pero su actitud en la otra prueba no dio a entender eso, creo más probable la idea de el nulo paladar.
      Lo de la falta de humildad paree algo patológico en esta profesión, aquí todos son grandes cocineros y ninguno tiene por qué demostrar nada. Y van y se presentan a un concurso de la tele....

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  2. Yo, aún entendiendo que la eliminación de Jesús es justa (lo del calamar hubiera hecho cualquier otra decisión del jurado incomprensible) planteo una pequeña reflexión. Me parece que el jurado (léase Chicote) tiene un criterio cambiante. No sabes si se valora más que sigas las reglas, que el resultado sea bueno en términos de presentación y gustativos, que sea innovador o que se ajuste a la tradición del plato. Creo que el resultado final es que los concursantes no saben mucho a qué estar.

    Me explico. Cuando hicieron las tortillas de patatas, las de formato clásico brillaron pos su ausencia. Por un lado, criticaron a Miguel que lo que había hecho ni siquiera era una tortilla, pero por otro lado premiaron una tortilla que era como un montadito-chip modernillo. Dónde está el límite de la innovación? En otro momento, en la prueba de fuego de las guarrindongadas, la cosa estaba entre Borja y Bárbara. Resultó que Borja había seguido con fidelidad las reglas (con un resultado incomible) y Bárbara se había pasado las reglas y el objetivo por el forro (con un resultado sabroso) y Borja se fue a la calle. En cambio, con la prueba de eliminación de la sopa de pepino, está claro que Canales, Bárbara y Miguel acertaron el objetivo (detectar y usar el calamar y el pepino) y Jesús falló, pero su plato era en conjunto el mejor ejecutado y en cambio el de Miguel era un festival de tabasco. Y Jesús a la calle. Entiendo que Jesús sirvió su propia eliminación en bandeja, pero creo que el jurado tendría que marcarse unas líneas más claras para regir sus decisiones. Si no, el día que les pongan a hacer una paella no sabrán si tienen que ceñirse al clásico y hacerlo con excelencia o bien inventarse una deconstrucción de arroz y mejillón esferificado...

    Y, completamente de acuerdo, exceso de minutos en el programa y exceso de publicidad

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    1. Interesante punto de vista el que planteas y es verdad que el jurado vive en una contradicción permanente, sirva como ejemplo lo que ha pasado hoy con el steak tartar de primero o de segundo, Susi y Ángel los han criticado por hacer caso a Chicote. Noto un nivel de improvisación muy grande en el jurado.

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    2. Yo pensé exactamente lo mismo, si lo que hay que hacer es basarse en la premisa de la prueba, Bárbara debería haber salido la semana pasada y si lo que hay que hacer es basarse en el sabor, Jesús se tendría que haber quedado esta semana. Me parece que el jurado tiene un doble rasero y que están muy lejos de buscar al mejor chef de España, saben que Bárbara da juego y que expulsar a Jesús era algo totalmente inesperado por lo que sorprenderían a la audiencia, que es en lo único que piensan.

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    3. Yo también pensé en la disparidad de opiniones en el jurado en varias ocasiones. Una, la que habéis comentado del cambio de primeros y segundos. La otra fue cuando Chicote dijo con respecto a la ensalada de bogavante que no veía el clasicismo por ninguna parte, que no entraba dentro de los canones del restaurante en el que estaban. Luego en la mesa del jurado no se pensó lo mismo, e incluso la dueña del lugar dijo que era muy del estilo de su restaurante.

      Coincido con lo comentado mas arriba: Chicote es muy cargante. Debería dejar cocinar tranquilamente y si se equivocan, allá ellos. Pero no deja de meter puyitas aquí y allá. Y los otros...sosos hasta decir basta.

      Lo de Jesús no creo que haya sido por quería irse del programa, porque podría haberlo dejado por decisión propia antes de meter la pata como lo ha hecho y siendo criticado por su falta de gusto. Y tendrá un par de h..., pero yo veo a mis compañeros con un calamar y yo cojo un calamar. Vale que ha sido fiel a sus principios y todo eso...pero en un programa de cocina donde quieres ganar sabes que si te equivocas los espaguetis te vas tu, pero si te equivocas con el calamar la decisión está entre 4 personas.

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    4. Cuando vi el programa de las guarrindongadas pensé que Barbará no había hecho lo que les había pedido y que Borja si, pero después pensé que Borja tampoco hizo lo que le pidieron, que era adaptar una guarrindoganda a plato de alta cocina, cosa que no hizo, lo que hizo fue hacer una guarrindoganda con mas elementos.

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  3. Sólo he visto los tres primeros episodios y me he rendido. Ya dije en su momento que para mi la han "cagado". El programa americano me encanta, es divertido, tiene tensión, ritmo, calidad...¡¡¡¡¡ y dura la mitad!!!!, ¿pero por qué se empeñan en hacer programas larguísimos?, ¿para llenarlos de publicidad?, a mi ya me han perdido de espectador.

    Por cierto, según tu comentario me reafirmo. En la versión USA, la guerra de restaurantes no se hace en un restaurante, se hace en un local vacío. Ellos tienen incluso que comprar el mobiliario, elegir la temática y la decoración, la vajilla, etc...

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  4. Yo siempre suelo ver el programa en la web al día siguiente. Me lo pongo a la hora que me va bien y me ahorro la publicidad. Pero esta semana estoy en Barcelona y como mi madre lo ve, pues decidí quedarme a verlo con ella. Mi madre tiró la toalla después de la guerra de restaurantes, yo intenté acabar cual jabata, pero la prueba del calamar-pepino me iba cerrando los ojos. Y mi padre despertando... jajajajja
    Bueno, nos intentaron vender el programa de esta semana como el súmun de lo bueno. Vamos, que comenzaba la chicha del programa... y para mí ha sido el peor de los cinco que llevan.
    La guerra de restaurantes fue pésima y aburrida y la última prueba, pues como dice el segundo comentarista, al final uno ya no sabe qué es lo que realmente busca el jurado. Para mí, Bárbara hubiera tenido que salir la semana pasada porque no entendió para nada lo que había que hacer, por muy bueno que fuese su plato. Y al contrario, Borja hizo una guarrada incomible, que total, igual de incomibles que las que presentó el chef de turno. Que por muy simpático que sea, no me como yo una cosa de esas ni que me paguen.
    Qué le pasó a Jesús? Se podría pensar que quería abandonar el programa, pero en la despedida se le veía emocionado; por lo que lo dudo. Yo creo que: 1) tenía las hormonas (que los hombres también las tienen) revueltas. 2) Estaba resfriado y sus papilas gustativas le fastidiaron.
    De todas formas al programa le interesa quedarse con Bárbara porque da juego para las puñaladas traperas de sus compañeros. Lo que me da miedo es que nos la pinten de plasta plastísima hasta el final, luego la rediman y encima hagan que gane el programa.... por ahí no paso!!!
    Aunque me gusta Top Chef como idea, está resultando muy aburrido en ejecución. Yo a Chicote nunca lo he aguantado y los otros dos no me producen ni gusto ni disgusto. Y los corcunsantes se supone que son cocineros profesionales premiados.... de verdad????.....En fin, un aburrimiento.
    A ver qué nos cuelan la semana que viene ;)

    Javi, te contesté a la pregunta de la quinoa. Y por cierto, los emparedados de berenjena son con queso de cabra. En un principio iba a hacerlos con gorgonzola, pero no me acabó de convencer el resultado cuando los probé y lo cambié (tal como se lee en el título de la receta). Pero ya había escrito la receta y se me olvidó cambiar el ingrediente en el cuerpo... lo sientooooo. Te recomiendo los de queso de cabra, más suaves :))

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  5. La verdad es que poco puedo añadir a vuestras opiniones tan certeras, coincido en:
    - que el programa es largo y se hace aburrido, que la calidad del jurado y de los invitados es claramente inferior en espectáculo y entretenimiento que en Master Chef.
    -que Chicote tiene momentos hasta cargantes con excesivo protagonismo que no le aporta al programa nada positivo
    -que los cocineros no demuestran su buen oficio y en ocasiones, lo único que están consiguiendo es un despretigio en su carrera profesional.
    -que el temita de Bárbara es muy cansino y repetitivo y eso también merma el interés del programa que parece llevar siempre las mismas pautas.

    En fin que, casi estoy deseando llegue master chef niños el mes que viene, para pasar un rato divertido en el que haya espectáculo que es de lo que se trata, yo no pretendo aprender a cocinar con estos programas sino entretenerme y relajarme.

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