Top Chef 1.4: Uno y uno no siempre suman dos

jueves, octubre 24, 2013

El capítulo de esta semana de Top Chef nos ha enseñado que este sencillo planteamiento matemático universalmente aceptado es inaplicable al mundo de la cocina. A la hora de cocinar la combinación de ingredientes no es matemática, sino que tiene mucho de arte, hay veces que la combinación de dos ingredientes multiplica la calidad del plato por veinte y otras, sin embargo, que al añadir ingredientes adicionales conseguimos empeorarlo.
Borja ha caído eliminado por no saber entender este principio y pensar que la suma de ingredientes de calidad da lugar a un plato de mucha calidad. Ya la semana pasada preparó un plato inconexo de carne y pescado y tuvo la suerte de que el flan Hung Fai presentó algo incomible. Esta semana no ha habido tanta suerte y sus "cien tapas en una" han dado con sus cuchillos fuera de Top Chef (como ya apuntábamos en este foro la semana pasada)

Borja, iluminado a lo walking dead, recoge sus cuchillos
con el jurado en lontananza

Por lo demás, vimos un capítulo más del desagradable desencuentro entre la insufrible Bárbara y todos los demás, y digo desagradable porque por pocas habilidades sociales que tenga la señora, el machaque al que la someten es general e indisimulado y ella, que de tonta no tiene un pelo, se da cuenta de todo y sufre por ello. Se están rebasando límites que no se deben rebasar entre las personas y me sorprende que desde la dirección del programa no tome cartas en el asunto.


PRUEBA DE PRESIÓN: ¡QUÉ DIFÍCIL ES MEJORAR UNA TORILLA DE PATATAS!

Para la primera prueba los concursantes fueron invitados a preparar una versión mejorada de la tradicional tortilla de patatas. Reto complicado, porque una buena tortilla de patatas es muy difícil de mejorar.
Para explicar el concepto trajeron a Mario Sandoval, que hizo unas cápsulas de patata aromatizadas con leche de oveja ahumada (la leche, no la oveja) "para que supieran más a pueblo" y cubiertas por una cutícula de yema de huevo (cutícula, tócate los co,..). Chicote no dudo en zamparse una de un solo bocado, después se deshizo en alabanzas (tampoco iba a ponerla a parir, ¿no?).

La mano de Chicote, rondando las cápsulas cuticuladas

Con 40 minutos por delante, cada cual entendió el concepto a su manera, pero casi todos optaron por elaboraciones complejas que en varios casos se les fueron de las manos.
Eli, Begoña y Miguel pasaron sin pena ni gloria, con elaboraciones insulsas, como la empanada de tortilla de patatas de Begoña o la tortilla de patatas con espuma de pan tumaca que preparó Eli.
Pero si esta prueba deparó una novedad es la de ver a dos de los tres grandes favoritos en serios apuros, tantos, que se presentaron ante el jurado con las manos vacías y con la sensación de haber fracasado como cocineros.

El plato de Antonio Canales, sólo la cutícula

Jesús presentó un gran plato, perdón, un plato grande

Antonio Canales gestó una especie de "tortilla coulant" con sorpresa líquida en su interior. Estuvo muy tranquilo todo el rato, pero llegando al final la cosa se le fue torciendo y no supo enderezarlo. Quiso hacer un crep (o cutícula) para el exterior, pero no le salía y tras varios intentos de enmendarlo tiró la toalla y se entregó a la bronca de Chicote que, sin embargo, estuvo blandísimo con él (si Gordon Ramsey levantara la cabeza).

Uno de los intentos de enmienda de Canales

Jesús, por su parte, pretendió elaborar unos canelones (o cutículas enrolladas) de tortilla rellenos de lomo y otras cositas, y todo iba muy bien hasta que, preparando las láminas de tortilla, metió un patón tremendo al no encender bien el horno de vapor y quedarse sin tiempo para enmendarlo.

Jesús ante el horno en el momento de descubrir su
cagada, un gesto muy de Hung Fai

Los momentos posteriores fueron dramáticos y tensos, Jesús, más que Antonio, estaba hundido, Miguel se encargó de tocarle un poco las narices, ¿y tu tortilla donde está?, y por unos instantes pensamos que se tiraba a su cuello, pero todo se saldó con una respuesta de Jesús que no dejó a Miguel con más ganas de broma. 

Jesús, frustración e ira contenida

Así pues, queda claro que hasta el mejor escribano echa un borrón y Chicote no quiso hacer presa en el cuello de estos dos que, más aliviados que otra cosa compartieron sus penas en linda terapia grupal tras el paso del jurado.

Los derrotados comparten sus penas
mientras Eli se atusa el flequillo

Bárbara también fue señalada como perdedora sobre todo por su cutre presentación. De todos modos, esta chica lo pone muy fácil al jurado ya que desde que los ve venir ya les va relatando todo lo malo que tiene su plato.
Los triunfadores de la prueba fueron Antonio Arrabal, Borja y Javi. Arrabal hizo una tortilla de aspecto clásico con acompañamiento de pimientos, muy buen aspecto y al parecer muy sabrosa. Borja hizo una tortilla con patatas crujientes, chorizo, cebolleta,... con un acabado bastante cutre pero al parecer un sabor convincente.
Pero el gran triunfador fue Javi que se ganó la inmunidad con un plato que recordaba tanto al de Sandoval que resultó un poco extraño que fuera elegido campeón.


Qué cerca está el éxito del fracaso. Borja estuvo a punto de ganar la inmunidad, y un rato después estaba cogiendo sus cuchillos y marchándose para casa...



PRUEBA GRUPAL: DEMASIADA TENSIÓN, A PUNTO DE DESBORDARSE

Para la prueba grupal se desplazaron a una granja-escuela para cocinar para cincuenta niños que estaban allí disfrutando de las actividades campestres.

Los cuchillos depararon una distribución de equipos bastante desigual porque por una parte tocaron juntos Jesús, Canales, Antonio Arrabal y Eli y por el otro Bárbara, Borja, Begoña y Miguel. Javi, que no se jugaba nada, estuvo políticamente correcto y se puso con el grupo más flojo. Después vino el episodio más bochornoso, cada grupo debía elegir el capitán del otro...

En el grupo de Jesús y compañía lo tuvieron claro, Bárbara sería la capitana, lo anunciaron entre risas y bromeando sobre la causa de la elección, cosa que no pasó desapercibida a la propia Bárbara. El otro equipo estuvo más elegante al elegir a Eli y reconocer que pensaban que era la que tenía menos experiencia.

¿Capitana yo?

La dificultad de la prueba aumentó al conocer los ingredientes, el grupo de los buenos tendría que usar en su menú coliflor y sesos, mientras que el chungo tendría que usar acelgas e hígado. Los primeros optaron por preparaciones que incorporaban los ingredientes sin esconderlos, mientras que los segundos optaron por esconder lo más posible los ingredientes que pudieran ser poco apetecibles para los niños.

En el equipo de Bárbara, en seguida se vio que la cosa iba a arder, porque se juntaba por una parte la nula habilidad de Bárbara como líder de grupo con la poca docilidad de sus subordinados. La jefa trataba de hacerse valer, pero cada vez que hablaba era para tocar las narices a los demás.

Para colmo, Begoña adoptó el papel de jefa en la sombra, o más bien a pleno sol, porque todo el mundo le consultaba todo a ella. Tan descarada era la cosa que el propio Chicote así se lo hizo notar a Begoña.

Chicote acusa, Begoña lo niega

Llegado un punto, Miguel estalló y las airadas discusiones con Bárbara se repitieron. Ninguno cedía, ninguno pensaba en el bien del equipo. Muy mal los dos.

Bárbara planta cara a un Miguel "agrandado"

Para terminar de arreglar la cosa, Bárbara propuso que salieran "disfrazados" para montar un pequeño show que animara a los niños a comer, pero mientras Miguel se ponía una cutre-zanahoria en la nariz mandaba a hacer puñetas a Bárbara. La caracterización de los concursantes fue muy floja y dudo que animara a los niños a nada más que al descojone.

Los artistas de circo no tienen nada que temer

De todos modos hay que valorar su esfuerzo en ir más allá de la cocina no sólo en la escenografía sino también en la presentación de los platos.


El otro equipo trabajó más armónicamente, sin estridencias, optaron por elaboraciones sencillas y atractivas para los niños, unas croquetas de coliflor y unas minipizzas con sesos crujientes como si fueran palomitas.

Los niños protagonizaron imágenes muy divertidas y en general disfrutaron bastante de la comida sin ascos ni prejuicios. Incluso después de saber cuáles eran los ingredientes, muchos de ellos pidieron repetir.

Así se comen los spaghetti

La decisión, tomada por los niños, estuvo muy reñida. Se puede decir que ambos grupos, en lo que a la comida se refiere, hicieron un buen trabajo, pero como sólo uno podía ganar, fueron los del equipo de Eli, que por cierto, no estuvo mal de jefa, los que se salvaron y otra vez Miguel, Begoña, Bárbara y Borja se tendrían que enfrentar a la prueba de eliminación.

Bárbara saca el cuchillo rojo maldito

Haciendo balance de la prueba, nos damos cuenta de que detrás de la tía pesada que es Bárbara hay una persona que sufre con la crueldad injustificada y que no merece que nadie se pase de esa manera con ella. Muchas lágrimas soltó Bárbara, pero esta mujer es como un gato y siempre tiene una vida extra en la recámara y es que resulta que no cocina tan mal....

Bárbara llora desconsolada



PRUEBA DE ELIMINACIÓN: REINTERPRETANDO CERDADAS

Para la prueba final, Top Chef volvió a contar con el simpático presentador de Robin Food, David de Jorge.

Presentó la prueba el bueno de David como el vicio inconfesable de todo ser humano, eso que todos hacemos a escondidas delante de la nevera a horas intempestivas. Según su particular teoría, en la soledad todos creamos mezclas imposibles a las que el llama "guarrindongadas" y como muestra trajo algunos botones como la tortilla Zimbaue, hecha con Cola Cao, el bocata de anchoas y leche condensada o el de chorizo, jamón y nocilla, las chiquilín con chorizo y mayonesa o la tosta con sobrasada, queso y membrillo.

Chorizo, jamón y nocilla, repugnante

Galleta, chorizo y mayonesa (mucha).
Cuestionable, como mínimo

Lamento quitar la ilusión a David de Jorge y a Chicote, que confesó su pecado, pero este tipo de cosas creo que es menos general de lo que afirman. Es mucho más corriente que alguien, poseído por la ansiedad, se zampe una tras otra las cosas que vaya pillando, pero mezclarlas en una elaboración me parece que es algo más rarito...

De entre las presentadas no me parecieron intolerables ni las anchoas con leche condensada ni la tosta de sobrasada, queso y membrillo, el resto, un ascazo.

La prueba consistiría en reinterpretar alguna de las creaciones presentadas para poder incluirlas en la carta de un restaurante sin que se te caiga la cara de vergüenza. La novedad fue que los tres miembros del jurado no estarían presentes para así valorar los platos a ciegas, por lo que los concursantes quedaron al cargo de David de Jorge.

Cada uno fue trabajando en una idea distinta, fue curioso ver colaborar a Begoña y a Bárbara, y sobre todo, ver cómo esta última alucinaba usando el nitrógeno líquido. Eso si, desde el principio ya se vio que el más descaminado era Borja, empeñado en incluir tropecientos ingredientes en su guarrada, y sin tener en cuenta que tenía que parecerse algo a la original.

Así concluyó el tiempo, el primer plato en ser juzgado fue el de Miguel, una versión presuntamente picantona de la tosta de sobrasada, queso y membrillo que incluía un par de esferificaciones de queso a modo de huevillos. Bonita presentación y buen sabor que llevó al jurado a salvarlo sin discusión.

Los testículos están claros, pero ¿no falta algo?

Después vino el plato de Bárbara, el de peor presentación, una especie de suso de chocolate que en realidad estaba hecho de espuma. Su tosca presentación y el hecho de que no se supiera bien a que estaba imitando la hicieron llegar al momento final junto a Borja pero su agradable sabor hizo que se salvara in extremis.

Megabombón de Bárbara

Después vinieron las piruletas de Begoña, que incluían anchoas, roquefort, chocolate blanco y leche condensada. El aspecto era algo desastroso, como piruletas leprosas, y la leche condensada por lo visto no se notaba mucho, pero la combinación gustó al jurado y Begoña se salvó sin pasar apuros.

Apetecibles piruletas de Begoña

Y por fin llegó el plato de Borja un compendio de todo, un canto a la falta de ideas. Intentó meter de todo y el resultado fue completamente incomible. La cosa estaba clara, el jurado se decantó por su expulsión y él se dio la vuelta y se marchó.

Un 10 en 1, el estropicio de Borja

Llegó entonces el momento típico de las despedidas. En primer lugar, Borja demostró una falta de clase enorme al ignorar a Bárbara y ni siquiera despedirse de ella, cuando ella ha sido siempre amable y educada con él. Para el resto, todo abrazos y buenas palabras.

Lo más importante, vuestra calidad humana...

Ha sido bastante penosa la participación de este tipo en el programa, no ha demostrado nada, ha perpetrado una serie de platos sin sentido y con un toque casposo-viejuno que en ningún momento han convencido y que no le dejan en muy buen lugar como profesional de esto.



¿Y AHORA QUÉ?

Llegados a este punto, todo lo que no sea que Bárbara caiga la semana que viene supondría un sorpresón por todo lo alto. Y es que es la última superviviente del escalón más bajo entre los 11 concursantes y a no ser que uno de los otros tenga un día aciago debe ser la elegida para guardar sus cuchillos y volverse para casa.

Mi pronóstico a día de hoy no ha variado, aunque gana algún punto Javi, que ha demostrado cierta habilidad estratégica mostrando a los jueces lo que ellos querían ver. A Miguel sigo sin verlo entre los favoritos, porque se desquicia excesivamente en la cocina y confía tanto en lo que hace que muchas veces parece improvisar sin miedo a que le salga mal.  Antonio Arrabal me parece insoportablemente prepotente lo cual condiciona mucho mi percepción de sus virtudes (lo reconozco), si las hay, más allá de las que él mismo se apunta. Eli por su parte me parece muy sosita y tampoco debe durar mucho si no espabila un poco.

Mi favorita sigue siendo Begoña que ha demostrado, además de buen hacer en la cocina, dotes de mando y organización. El resbalón (o gran cagada) de Canales y Jesús les resta puntos, pero para mi siguen estando un escaloncito por encima de los otros cuatro supervivientes.

Adiós Borja, adiós


OTROS ENLACES QUE QUIZÁS TE INTERESEN




También te gustará

10 Comentarios

  1. No creo que Bárbara merezca tamaño desprecio, una cosa es que no caiga bien y otra ese vacio que le hacen, no dice mucho de la calidad humana, serán muy buenos cocineros pero malos compañeros también, no me parece que ella sea buena profesional tampoco pero no me gusta el daño gratuito, como bien dices la dirección del programa debería intervenir.
    Por lo demás sigo pensando que Master Chef fue un programa que ofrecio más espectáculo y en general más divertido, que este.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Completamente de acuerdo. Bárbara es cargante y probablemente es la que menos controla en la cocina, pero si nos ponemos a sacar defectos todos los tienen (además de los egos un tanto cargaditos). Sería tan fácil como hablar con ella con educación y decirle "mira, así no" y no ponerse a rajar como quinceañeros.

      Eliminar
    2. Parece que coincidimos en que el trato a Bárbara es intolerable pese a que ella es insoportable. Yo sigo conservando más cariño a Masterchef que a Top Chef, aunque reconozco que en este programa se ve más cocina.

      Eliminar
    3. Pues yo considero que Bárbara ya es mayorcita para defenderse sola y que el programa no tiene que hacer absolutamente nada, que una mujer de su edad no sepa hacerse respetar es su problema y mal futuro la espera. Con esto no justifico que se la humille pero me parece del todo insoportable, con una persona así yo no aguantaría ni un día, no me dedicaría a machacarla como hacen algunos de sus compañeros pero la mandaría a la mierda el primer día y a pasar de ella el resto del tiempo para no decirle las 4 verdades que se merece. Eso sí, lo de llorar se la da de lujo, aunque es inteligente ya que está más que comprobado que con mucha gente las lágrimas valen mucho más que el buen hacer.

      Eliminar
  2. Estoy de acuerdo con lo de Bárbara, es muy pesada y muy cargante pero hay otros concursantes que confunden la mala educación con la sinceridad. Por muy pesada que sea es un ser humano y hay que tratarle con respeto.

    Sobre las guarrindongadas, la verdad, algunas no me parecen guarrindongada para nada.

    Chorizo, jamón y nocilla, repugnante (100% de acuerdo)
    Galleta, chorizo y mayonesa. Puede estar bueno, Igual cambiaria la mayonesa por queso de untar.
    La de sobrasada, queso y membrillo me parece que tiene que estar bien buena. Yo le añadiria unos frutos secos.

    Yo he comido como tapas:
    - alloli, membrillo y anchoa
    - sobrasada con miel
    - morcilla con naranja y piñones
    que así a botepronto parecen marrandas pero están bien buenas. Por no hablar de los clásicos: melón con jamón, dátiles con bacon...etc

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De acuerdo en todo, menos en el tema de las chicquilín con chorizo y mayonesa, que a mi me provoca arcadas sin siquiera ver la foto.

      Un saludo

      Eliminar
  3. Javi, deberían contratarte para hacer las crónicas en algunos de sus programas :)
    Momento tortilla de patatas... Reconozco que soy muy básica y que sólo me baso en los comentarios de los jueces. Por eso creo que debería haber ganado Antonio Arrabal. No sé, a mí que me conviertan una tortilla de patatas en una rareza exótica no me motiva... pero ya digo, yo soy básica.
    Lo de Jesús y el otro Antonio no tiene nombre! Profesionalmente creo que han quedado bastante degradados. Pero bueno, un tropezón lo puede tener cualquiera.

    La prueba de grupo... lo que hacen con Bárbara no tiene nombre ni justificación. Todos están creciditos y tienen espolones. De verdad sólo saben gestionar problemas en el equipo actuando de esa manera? Pues no me gustaría trabajar con ellos nunca!
    Ya sabemos que Bárbara es cansina, pero los egos subidos de muchos de ellos me resultan igual o más inaguantables. Además, como dijo Antonio Arrabal, la mujer parece muy tontita pero al final saca un plato. Su tortilla era bastante desastre, pero tuvo tortilla al final de la prueba. Su guarrada no sería lo que tenía que ser, pero se salvó. Posiblemente esta suerte sólo le dure hasta el próximo programa... o no.
    Yo tengo la teoría de que escogieron a Bárbara para quedarse precisamente por la polémica creada y echaron a Borja porque esta semana, o la que viene, iba a salir sí o sí. Pero si analizamos bien, Borja entendió más que era lo que había que hacer que Bárbara.

    En cuanto a lo de las cerdadas, yo lo máximo que he hecho ha sido en mi adolescencia ponerle foiegras a las magdalenas, o queso a las galletas... lo siento, pero esos mejunges repugnantes ni se me pasaría por la cabeza metérmelos en la boca ni que el mismísmo Ferran Adrià me los presentase delante. Si siempre me ha parecido "puag" eso que hacen en las pelis americanas de los cereales con sirope y luego meterle la leche!

    Yo de momento prefiero Top Chef, creo que nos están manipulando igualmente pero al menos veo más cocina :)


    ResponderEliminar
  4. Lo de que me contrataran estaría bien, porque tal y como se está poniendo la educación pública más me valdría buscar otra salida profesional.

    Coincido contigo en que la tortilla más apetecible era la de Arrabal, aunque un poco sobretostada.
    Bárbara es una superviviente nata, nos la han querido vender como una especie de Maribel, pero como tu dices, siempre saca su plato con solvencia y sobre todo sin ayuda e incluso con zancadillas. Para mi Borja era mucho peor cocinero.

    Sobre las cerdadas lo que me sorprendió es el intento de David de Jorge y Chicote de buscar complicidad en la audiencia, cuando yo entiendo que a la mayoría de los mortales les parece como a nosotros, porquerías incomibles, pero vamos, para gustos los colores y a fin de cuentas, cada uno es libre de elegir lo que se mete en la boca...
    A mi me cuesta poner delante en mi corazoncito a Top Chef, porque Masterchef nos dio grandes momentos, pero tienes toda la razón en que es mucho más un programa de cocina, que a fin de cuentas es lo que le achacábamos a Masterchef ¿no?

    Muchos besos..

    ResponderEliminar
  5. Puede que se vea más cocina, por aquello de ser profesionales, pero como programa de televisión "en su conjunto" no alcanza a Masterchef. El trío del jurado daba mucho más juego, la complicidad que llegaron a alcanzar le hacía mucho bien al programa. Y tenía durante todo el una sonrisa dibujada. Chicote ya no me aporta nada. Tiene que reciclarse y reinventarse en parte.

    ResponderEliminar

Si tienes algo que comentar hazlo libremente, eso si, se respetuoso, especialmente con los usuarios de este blog.
Sería bueno que te identificaras, es muy fácil, escribe tu comentario y en el desplegable ve a la opción nobre/url, elige el nombre que te guste y deja la casilla url en blanco...

Subscribe