Crème brûlée

domingo, abril 20, 2014

Hoy terminan las vacaciones de semana santa, y como el domingo ha salido lluvioso, se antoja un día ideal para preparar alguna recetilla de esas que guardas en la recámara. Yo he optado por el dulce y he preparado una deliciosa crème brûlée.


Aunque como suele ocurrir en estos casos, existe cierta controversia sobre el origen de este postre, si que se sabe a ciencia cierta que en Francia se hace al menos desde mitades del siglo XVII, ya que en 1651 se publicó con el nombre de "huevos a la crema" en un libro de recetas titulado "El cocinero francés", escrito por François Pierre de la Varenne.


Es un postre cremoso y delicado que se hace con una base de nata, yemas de huevo y azúcar que se hornea y se corona con una capa de crujiente y dorado caramelo, lo que da lugar a un acabado espectacular en el que da la sensación de que la superficie del postre está quemada. (de ahí el nombre, crème brûlée significa crema quemada).

La receta que he usado se basa en la que prepararon en Masterchef Australia, donde las masterclasses son realmente buenas y son emitidas desde el principio hasta el fin. A ver si toman nota los de aquí.


INGREDIENTES (Para 6 personas) 

  • 6 yemas de huevo (de huevos medianos)
  • 500 ml de nata para cocinar (18% M.G.)
  • 100 ml de leche entera
  • 120 gramos de azúcar blanca
  • 1 vaina de vainilla
  • Azúcar moreno para decorar


PREPARACIÓN 

1. Abrimos la vaina de vainilla longitudinalmente con un cuchillo afilado, raspamos todas las semillas del interior con la hoja del cuchillo y las añadimos a una cacerola donde tendremos la nata y la leche. Añadimos también la vaina. Ponemos a calentar la mezcla de leche, nata y vainilla para escaldarla, es decir, la calentamos justo hasta el momento que vaya a hervir y entonces la retiramos del fuego. Dejamos enfriar 15 minutos para que la vainilla suelte todo su sabor.

2. Mientras que se enfría, separamos las yemas de las claras. Ponemos en un bol las yemas junto con el azúcar y las mezclamos con las varillas manuales hasta que estén bien blanqueadas.

3. Vertemos la mezcla caliente sobre las yemas y el azúcar y removemos con las varillas para obtener una mezcla homogénea. Pasamos la mezcla por un colador para eliminar los restos de vainilla o algún grumo de huevo cuajado que se pueda haber formado. Distribuimos esta mezcla en 6 cuencos o tarros individuales.

4. Precalentamos el horno a 120 grados. Preparamos un baño maría en una bandeja de horno que tenga bastante fondo. Para ello, la llenamos de agua hasta que cubra dos terceras partes de los recipientes que hayamos usado, e introducimos los tarros en ella. Horneamos durante 45 minutos. Debe estar cuajado por los lados y más blandito por el centro.

5. Por último, hay que añadir la capa de caramelo. Si tienes un soplete de cocina. cubre la superficie con azúcar moreno y aplica el soplete hasta que caramelice. Si no dispones de soplete, se puede hacer con el grill del horno. Cubre la superficie con azúcar moreno y pon los recipientes cerca del grill solamente dos minutos. Cuidado, si te pasas y el caramelo se quema se vuelve muy amargo.

6. Se puede tomar bien frío o justo después del caramelizado, pero sinceramente creo que gana mucho con el frío.





UN POCO DE CIENCIA 
  • Es un postre delicioso con una consistencia muy cremosa y homogénea y esa capa de caramelo crujiente de la superficie lo hace irresistible.
  • Yo he usado nata del 18% de materia grasa y leche entera y he obtenido una consistencia parecida a la de las natillas, pero si te gusta más consistente se puede usar sólo nata y con mayor porcentaje de grasa. Cuanto mayor sea la proporción de materia grasa, más consistente saldrá.
  • Las semillas de la vainilla son la parte que aporta más sabor, por eso se extraen de la vaina y se diluyen en el líquido.
  • El baño maría es una técnica que permite mantener una temperatura controlada por debajo de los cien grados, y un reparto muy homogéneo del calor, por lo que se consiguen unos acabados fantásticos en este tipo de postres. El agua, por su elevado calor específico, mantiene la temperatura muy estable y distribuye el calor uniformemente por las paredes del tarro que usemos.
  • La superficie libre de arriba permite que la mezcla pierda algo de humedad durante el horneado y quede más consistente.
  • El azúcar moreno carameliza con más facilidad que el azúcar blanco y, al contener más humedad, es más difícil que se queme.
  • Una ración de esta deliciosa crème brûlée aporta unas 300 Kcal
  • El coste de este postre sería de unos 0,80 € por comensal



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4 Comentarios

  1. Un postre que seguro es riquísimo!! Nunca había escuchado este nombre. Un poco calórica pero una vez al año, no hace daño!!Un saludo

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  2. Uuuuummmm... un postre riquísimo y que tengo ganas de hacer desde hace muuuuuuuucho tiempo. Pero hay recetas de esas que te apetecen y luego nunca encuentras el momento.
    En Holanda hoy lunes todavía es fiesta igual que en parte de España aunque en Andalucía ya sé que no.
    Que sea leve la rentrée en el cole.
    besos y feliz semana

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  3. Tiene que estar de vicio pero lo guardo para más adelante porque después de someter al cuerpo a los rigores de la alimentación dulce pascual (autocontrol? qué autocontrol??) creo que necesito un poco de paz estomacal.Si es que tanto huevo de chocolate no puede ser bueno...

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