¿Sómos lo que comemos?

jueves, enero 10, 2013

¿Cuántas veces habremos escuchado esta frase? Bajo este enunciado grandilocuente ¿se esconde o no una realidad? ¿Hasta que punto influye lo que comemos en cómo somos  y en cómo funcionamos?

Todos vemos muy claro que no es lo mismo un Volvo que un Dacia, la distinta calidad de los materiales que forman el coche determinan una mayor resistencia, seguridad y durabilidad del primero. Del mismo modo, intuimos que no es lo mismo usar unos buenos neumáticos que unos baratos, e incluso pensamos que el coche nos durará más usando un buen aceite o gasolina de última generación. ¿Por qué nos cuesta tanto pensar del mismo modo con nuestro organismo?




Imaginemos por un momento que estamos observando cómo alguien corta finas lonchas de un buen jamón ibérico, se nos hace la boca agua nada más ver como se deshace la grasa al pasar el cuchillo, sin embargo esto no ocurre cuando cortamos un jamón normalito. Y aunque los dos son jamones y los dos vienen del cerdo, estos cerdos se diferencian principalmente en su alimentación. El primero se alimenta de bellota, alimento de origen vegetal rico en grasas insaturadas de alto valor nutricional. El segundo se alimenta de pienso que generalmente contiene una mezcla de origen diverso de todo aquello que no se puede aprovechar en la industria alimentaria. Los ácidos grasos de alta calidad de las bellotas pasan a la grasa del cerdo ibérico haciéndola mucho más fluida y facilitando su infiltración en el músculo, mientras que los ácidos grasos del pienso se incorporan a la grasa del otro cerdo, mucho menos fluida. Aunque no nos guste pensarlo....nos parecemos mucho a los cerdos.



¿A QUE NO ES LO MISMO?




Y es que casi todo lo que comemos o se utiliza en poco tiempo o pasa a formar parte de nosotros e influye, en mayor o menor medida, en cómo funcionamos.

El ser humano trabaja como una máquina, finamente engrasada por millones de años de evolución, si a la máquina humana la cuidamos y la alimentamos con buenos materiales que no dejen residuos, funcionará mejor y durante más tiempo, si, por el contrario, la vamos llenando de materiales de mala calidad, poco a poco iremos notando como el funcionamiento empeora y a la larga acabará por dar la cara por algún lado.

Es por ello que debemos elegir muy bien lo que comemos, decantándonos claramente por los productos frescos y de calidad y reduciendo en la medida de lo posible los alimentos procesados (o mirando con detalle de que están hechos y cuál es su proceso de producción). No es lo mismo un pollo del hiper que un pollo de campo, no es lo mismo la leche fresca que la procesada, no es lo mismo un pez del mar que de piscifactoría, ni el tomate natural que el de bote, y a la hora de elegir, no es en esto precisamente en lo que debamos ahorrar.

No es un despilfarro gastar dinero en comida de calidad, indudablemente es una inversión.

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4 Comentarios

  1. Buenas Javi, !!me interesa mucho el tema de tu Blog¡¡ Siempre me ha interesado el tema aunque de unos años a esta parte he ido comprando libros y documentándome un poco más. También por ello empecé a hacer deporte con mayor consciencia. Concretamente ahora estoy trabajando una unidad Didáctica con 3º ESO de Nutrición y Alimentación, hemos visto "Supersize me" y terminaremos yendo de compras y haciendo recetas que nosotros mismos nos comeremos. Hace 2 ó 3 años, conseguimos que viniera a nuestro colegio el Doctor Fernando Villamil que dirigía la unidad de Endocrinología y Nutrición del Virgen del Rocío a dar una charla a los padres sobre Alimentación y Nutrición (a la que sólo asistieron 4 familias) y a raíz de dicha charla escribí un artículo que pienso podría venirle bien a tu blog. Si te interesa te lo envío, lo llamé "La lengua azul" y tiene bastante relación con tu escrito. Mira tú por donde podemos reencontrarnos de nuevo a través de la comida. Fantástico.

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  2. Me alegro de despertar tu interés y me gustaría ya que estás trabajando el tema que colaboraras con lo que quisieras, cualquier cosa que te parezca interesante para publicar mandamela. Un saludo amigo.

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  3. Somos lo que comemos, tienes razón... En mi blog también hablo de temas parecidos, tenemos que ser más conscientes de que la alimentación es importante, y no le damos gran importancia. Saludos.

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  4. Alvaro Rodriguez :

    Es muy interesante y cierto lo que se plantea en el texto. Hace unas semanas fui a comer a un local de comida y me pedí una hamburguesa, estaba apetecible y rica, pero al cabo de un rato me provocó un leve dolor de barriga.Sin embargo,hace unos días fui a un restaurante y me pedí otra hamburguesa igual de apetecible y también sabrosa, pero esta en cambio no me produjo nada. Esto demuestra que es cierto que hay que mirar por la calidad de la comida y sus ingredientes.
    Un saludo.

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