Top Chef 1.7: Cómo convertir el fracaso en audiencia

jueves, noviembre 14, 2013

Si algo nos dejó claro en la noche de ayer el último capítulo de Top Chef es que, al menos hasta el momento, la organización está buscando descaradamente los fallos de los concursantes más que los aciertos. Las pruebas de ayer estaban abocadas al fracaso, y la organización si no lo sabía, al menos lo sospechaba.

Cocinar una caldereta decente en dos horas para cien personas, evitando que sea una caldereta cuartelera, es prácticamente misión imposible. De hecho, ambos equipos fueron bastante previsores y tuvieron muy en cuenta esta limitación, pero incluso así, les quedó la carne dura. La semana pasada Begoña sufrió en sus carnes algo similar, fue incapaz de currarse unas manitas de cerdo que venían enteras en sólo una hora, porque las manitas necesitan más tiempo y no hay olla a presión que pueda arreglar esto.

La prueba grupal, más que una fiesta, parecía un anuncio de Fairy

Ya cansa un poco escuchar de Chicote y compañía decir que estos concursantes son todos grandes cocineros y sin embargo comprobar semana tras semana las pruebas los superan y los platos no convencen al jurado. Echamos de menos momentos de emoción que vivimos en Masterchef, el ravioli invertido de Clara, la zarzuela de pescado de Juanma o el falso ravioli de calabacín de Eva. Aquí por el momento no hay nada que recordar, todo es tensión y caras largas y no toda la culpa es de los concursantes.

Lo peor es que no se dan cuenta de hasta que punto este concurso les puede pasar factura. Visto lo visto resulta difícil pensar en que alguien acuda a los locales donde trabajan estos señores para que le pongan carne dura, platos concebidos de una manera y terminados de otra totalmente distinta o con un plasticazo en su interior. Ya va siendo hora de que pongan pruebas concebidas para el lucimiento de los cocineros, que seguro que realmente son mucho mejores de lo que parece.
En lo que al concurso se refiere, justa eliminación de Antonio Canales, que llevaba varias semanas desinflándose y ayer por fin se ´terminó de desinflar. Muy perdido en la prueba de eliminación, le pasó lo que a Eli la semana pasada, primero pensó una cosa, luego otra, al final volvió a la primera y acabó preparando una cosa rara que no convenció al jurado y que acabó con el (y sus cuchillos) en la calle.



PRUEBA GRUPAL: VILLARRIBA Y VILLABAJO

Esta vez no hubo ni prueba de presión ni inmunidad, por alguna razón que desconocemos, decidieron que este iba a ser un programa especial. Para elegir los capitanes optaron por el conocido método del "cuchillo en el taco", uno a uno fueron pasando los participantes y curiosamente fueron los dos últimos, los supercolegas (al menos desde hace una semana), los brothers del alma, los que se llevaron el gato al agua.

Pero el método de manipular es tan cutre que aunque seas lo el mejor pensado del mundo no puedes evitar la sensación de que te están tomando el pelo. Eligió primero Miguel, por haber sacado primero el cuchillo marcado (esto ponía a Bárbara automáticamente en el equipo de Arrabal), nadie pareció darse cuenta, ni el espabiladísimo Arrabal, de que él, precisamente por haber sacado el último el cuchillo, jamás habría podido ser el primero en elegir.

Miguel elige a Javi y a Canales, quedando la susodicha Bárbara y Begoña con Arrabal.  Pero, qué casualidad, ahora decidimos que hay que cambiar de capitanes y Bárbara pasa a formar parte del equipo de (redobles) ....Miguel con el que, curiosamente también, tuvo un fuerte enfrentamiento la semana anterior.

¿Qué habría pasado si Bárbara hubiera caído de primeras con Miguel? Se admiten especulaciones...
Así las cosas, los sufridos concursantes tendrían que preparar una caldereta para las fiestas De Cabanillas del Campo, concretamente para 100 comensales cada equipo, pero además, en esta ocasión tendrían que ir a comprar los ingredientes (como no, a Makro) ciñéndose a un presupuesto (bastante cómodo, la verdad) de 400 €.

Arrabal, corretea cual pastorcilla alpina por el Makro

Heidi, corretea cual cocinero sobradillo por los Alpes

De camino al super, ya se empezó a ver que el funcionamiento de los equipos iba a ser bien distinto.

La cara de Bárbara tras escuchar lo de "el puto amo"

En el otro equipo, ambiente relajado

El equipo de Arrabal optó por una caldereta tradicional acompañada de patatas revolconas, torreznos y setas, mientras que el de Miguel optó por una versión más elaborada con una combinación de especias más atrevida y con una guarnición de setas confitadas y espárragos. Lo de Arrabal resulta curioso, siempre dice que esta no es su cocina, que el hace algo más moderno y tal, pero siempre acaba cocinando al estilo más tradicional.
Pero la principal diferencia entre ambos equipos no fue esta, fue la forma de dirigir el grupo de uno y otro capitán. Arrabal, que con Bárbara o con Eli si que se atrevió, no tuvo narices de ningunear a sus compañeros, lo que resultó, para el bien del grupo, en un funcionamiento democrático y civilizado, donde no se sabía muy bien quien era el jefe. Miguel, bajo la premisa de "yo soy el puto amo de los guisos", optó por tomar completamente las riendas de su equipo ninguneando por momentos a Begoña y despreciando de mil maneras a Bárbara que no sabía ni donde meterse. No escuchó ninguna sugerencia, y en el caso de Bárbara, las rechazó sistemáticamente con vehemencia y hasta con malos modos.

Miguel vuelve a despreciar la opinión de Bárbara

En el supermercado de vivieron imágenes simpáticas, aparente buen rollo entre los equipos, y digo aparente porque hubo un par de detalles que revelaron que el nerviosismo estaba más a flor de piel de lo que parecía. En especial una disputa entre risas por unas bandejas de carne acabó con un reproche serio por parte de Javi a Miguel, que viendo una posible ventaja del equipo rival, optó por levantarles varios paquetes de carne ya cortada. Lo que digo, sólo apariencia, cuando la competición empieza ya no hay "friends for ever".

Miguel, Javi y Begoña disputando
 como buitres unos trozos de carne

Unos buitres comparten la carne sin pelearse

Como el presupuesto no era especialmente ajustado, ninguno de los equipos tuvo problemas para ajustarse a él, así que cargaron sus cosas en el camión y emprendieron camino a Cabanillas del Campo.

A su llegada, les esperaban las supuestas fiestas del pueblo, un montaje infame completamente preparado y sin el más mínimo atisbo de espontaneidad, parecía más el famoso concurso de Villarriba y Villabajo de los anuncios de Fairy que una fiesta de verdad. Si lo que pretendían era atraer turismo, se han lucido mostrando esto junto a imágenes de cardos o del pueblo friéndose bajo el sol veraniego.

Se vieron imágenes que pretendían ser simpáticas, una banda tocando, los concursantes y jurados bailando e incluso un simpático vejete desdentado con pinta de no haber rebasado los límites de la localidad en los últimos 50 años se atrevió con un cantecito ante la atenta mirada de un tipo vestido con sus mejores galas (camiseta de tirantas morada y gorrilla de andamio) y la risa contenida de nuestro amado Arrabal.

¡Que cuatro patas para una mesa!

En seguida comenzaron a cocinar, y las diferencias entre los dos equipos fueron evidentes, unos cocinaron y los otros fueron de pillos y al final palmaron.

El equipo de Miguel no paró ni un momento, preparando refrito, caldo, sofriendo la carne, currándose la guarnición... El otro equipo optó por una táctica mucho más fullera, ajos pelados, carne cortada, nada de sofreir la carne y lo peor de todo, en vez de caldo casero, pastillas de caldo concentrado, para mi gusto, uno de los peores aberraciones que se puede cometer en una cocina profesional.

Me temo que los Top Chefs no ponen Avecrem, ya
 puestos, podían haber comprado la caldereta ya hecha

Fue por esto que los del equipo de Arrabal tuvieron tiempo de relajarse y dedicarse a entablar un pique con el equipo rival, pero como bien apunta en los comentario el Tio Pep,  ni siquiera el pique se veía natural, parecían tener las consignas de la organización de buscar este tipo de escenas, que se repitieron hasta el hastío.

Arrabal prueba la caldereta "Thai" de sus rivales

En las guarniciones también se vio lo mismo, el equipo de Miguel optó por una preparación más sofisticada mientras que el de Arrabal prefirió unas patatas tipo puré mucho más sencillas, pero que daban al plato un aspecto de rancho trullero bastante penoso.

Aspecto cuartelero de la guarnición de Arrabal

Llegando el final del tiempo, las caras empezaron a cambiar, la carne no ablandaba y tuvieron que asumir que la iban a servir dura. Y es que, desde mi punto de vista, dos horas es un tiempo muy corto para preparar esto, al aire libre y con cacaharros inmensos (con mucha pérdida térmica) los tiempos no tienen nada que ver con los que se dan en una cocina normal, por lo que no había salida, la organización los condenó de antemano a que sus platos no estuvieran bien terminados.

Después vino el reparto del rancho entre el público y los jueces, y otra vez escenas sobreactuadas de los concursantes picándose entre ellos o intentando ganarse al público pretendiendo ser graciosos, pero el que es soso es soso, si no que se lo digan a Ángel León.

Ángel se aprovisiona

Por presentación, no hubo color, el plato de los de Miguel tenía mucha mejor pinta que el del equipo de Arrabal. En cuanto al sabor, hubo discrepancia, ninguno de los dos platos entusiasmó, aunque la opinión más generalizada era que estaba mejor la caldereta de los fulleros pero con la guarnición del "puto amo".

Caldereta del equipo de Miguel

Caldereta del de Arrabal

Al final, momentos de tensión, el jurado opina y deja a los dos equipos pensando que van a perder, pero al final, se hace justicia y el equipo de Miguel se lleva el gato al agua, librándose de este modo de la prueba de eliminación.

Los ganadores celebran el triunfo



PRUEBA DE ELIMINACIÓN: MAMÁ, NO ME GUSTA LA VERDURA

Para la prueba de eliminación esta vez rizaron el rizo, se trajeron a un chef que al parecer es un auténtico gurú de la cocina con vegetales (de hecho tenía un aspecto un poquito zen el tipo) y nos explicó cómo se pueden hacer platos originales y vistosos usando sólo vegetales pero dándoles un tratamiento distinto al habitual. Hay que reconocer que la explicación fue interesante y que el plato le quedó monísimo.

Tras la explicación, los concursantes fueron llamados a preparar platos cuyo protagonista fuera la lechuga, pero que no fueran ni parecieran ensaladas. A los tres se les cayó el mundo encima, ninguno de ellos está habituado a licuar lechugas, emulsionarlas, infusionarlas, etc... Quizás esto revela la poca importancia que se le da a los vegetales en nuestros restaurantes, relegados generalmente a servir de guarnición (por aquello de que aportan colorines), pocos locales ofrecen platos originales donde los actores principales sean vegetales.

Dentro de lo perdidos que se les veía a los tres, el que más naufragó fue Antonio Canales, que empezó con una idea muy vaga, a mitad de camino se le ocurrió otra cosa, pero finalmente volvió a su idea inicial.

Arrabal, que manifestó abiertamente su desprecio por este tipo de comida, hizo un montón de bolsitas, más que nada para que se notara que conocía las técnicas, pero tampoco parecía tener una idea muy clara de lo que quería hacer.

Javier fue el que se mostró más seguro, preparó un canelón con lechuga licuada y gelatina. Tuvo problemas al principio, al no haber cocinado nunca en la cocina del plató no sabía en donde estaban las cosas y tardó un buen rato en centrarse, pero una vez instalado, trabajó muy bien.

La decisión del jurado fue difícil, los tres platos eran flojos. Por presentación, el de Javi era el mejor, aunque por el sabor, fue Arrabal el primero en salvarse.

Con Javi y Canales en el disparadero, no pareció haber duda para el jurado, Canales había dado muchas vueltas para llegar a un plato que parecía una ensalada y que al parecer, sabía a ensalada. Canales cogió sus cuchillos y se fue.

Se ha ido uno de los favoritos, pero tampoco es de extrañar, porque salvo Bárbara, todos los que quedan son favoritos. Se ha ido como Jesús, sin pena ni gloria, con la sensación de que es mejor cocinero de lo que parece, pero que no ha habido pruebas adecuadas para desarrollar su potencial. En los últimos programas se le ha visto más bajo, con menos chispa, pero por lo menos no ha entrado en la dinámica de piques chungos y si que ha dado la impresión de ser buena persona.


¿Y AHORA QUÉ?

Ya nos han avanzado que la semana que viene Bárbara estallará contra todos, era evidente que esto tendría que pasar en algún momento, siento curiosidad por saber cómo va a reaccionar cada uno de sus rivales ante esto y puede que alguno quede retratado como persona.

Veo que la figura de Miguel se está agrandando mucho en los últimos programas, sale en todas las publicidades, le dan la inmunidad, la capitanía, chupa más cámara que ningún otro y en el montaje se le intenta presentar como un tipo gracioso y espontáneo. Espero equivocarme, pero a lo mejor están preparando el camino para su victoria final...

El tema de las pruebas se está poniendo cada vez más difícil y nada más nos queda esperar cual será la siguiente putada que prepare la organización para que los concursantes se estrellen. Quizás podría ser, como apuntaba uno de nuestros comentaristas habituales, preparar una tarta con cáscaras de nueces y un tranchete, pero que parezca un cochinillo, ir al Bernabeu a vender perritos gourmet con un presupuesto ridículo, cocinar con una mano a la espalda y la otra esposada a Bárbara... Se admiten sugerencias....


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15 Comentarios

  1. uuuuuyyyyy luego me veo el programa... pero es que no he podido resistir la tentación de ver si habías publicado sobre él... jajajajaja. De todas formas tienes toda la razón, no entiendo cómo les hacen preparar platos que es imposible que estén decentes con el tiempo tan limitado.

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    1. Jajajaja!!! A mí me ha pasado lo mismo, lo veré esta noche pero me he dicho "vamos a ver qué dicen por ahí..."

      Para mí ha perdido mucho interés el programa, lo que más les interesa ahora es enfrentar a Bárbara con quien sea y provocar algún desastre culinario con pruebas tipo "preparad un bizcocho a partir de cáscaras de nueces y un tranchette" o "vended perritos calientes nouvelle cuisine en el bernabeu a 4 € el perrito". En fin...

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  2. Buenos días. Ante todo, gracias por elaborar tan rápidamente esta entrada y permitirnos comentar hoy mismo el programa de ayer. En general, estoy de acuerdo contigo: parece que en el programa van buscando más el fallo que la excelencia, como método para descartar concursantes. Entiendo que es la dinámica del concurso; de alguna manera hay que hacerlo y si se les dan condiciones ideales a los candidatos, con todo el tiempo del mundo y sus ingredientes preferidos, todos harían un buen papel y sería más difícil el descarte. Aun así, puesto que las condiciones no son las óptimas, ni mucho menos, creo que sobran las malas caras ni los rapapolvos de Chicote, que parece todavía estar en "Pesadilla en la cocina", teniendo que arreglar auténticos desastres....
    Por lo demás, el programa de ayer me resultó bastante aburrido, a pesar de (o precisamente por) el buen rollo que se respiraba en la primera prueba. Ganó, creo que justamente, el equipo que más arriesgó, tratando de mejorar un plato que los fiesteros del pueblo ya se sabían de memoria. Sólo quiero señalar que, a mi modo de ver, los concursantes que salen elegidos jefes de equipo suelen seguir una estrategia equivocada: todos tratan de contar con el equipo más "fuerte", a priori, a pesar de que se ha demostrado que eso no garantiza ganar la prueba. Y si pierdes, luego tus compañeros serán tus rivales en la prueba final, así que yo trataría de escoger a los rivales más flojos, en principio. Sin embargo, aunque la consideran la cocinera menos competente, todos dejan a Bárbara para el final (aunque es verdad que luego Bárbara se libra siempre de la expulsión....igual se han dado cuenta y por eso no la quiere ninguno como rival, no sé).
    Sobre la prueba final de ayer, la comentaré cuando publiques la segunda parte del post, si te parece bien. Gracias otra vez y un saludo.

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  3. Desde mi punto de visto Top Chef sólo busca el morbo y los conflictos entre los concursantes. Es basicamente un reality como fondo culinario.

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  4. Hola amigos! Llevo tiempo sin comentar, pero es que este topchef no me está gustando nada. Como dijiste tú al principio, es un intento por pisar el camino abierto por masterchef y todo parece una copia barata, cuando el formato pionero fue este y, cunado ves la versión anglosajona te das cuenta de que hay muchas más diferencias. Allí las pruebas también son muy cabronas, la verdad, pero hay un aire más profesional en todo y el ritmo del programa es mucho mejor. Los cocineros se lucen de verdad en muchas ocasiones. Aquí, al querer imitar el éxito de la uno, en lugar de buscar sorprendernos siendo diferentes, para mi opinión se han estrellado, y nos han dejado con un casting de insoportables cocineros hinchados de ego que parece que llevan mucho tiempo dirigiendo más que cocinando. Imaginad un masterchef en el que todos los concursantes fueran josedavides, y ya tenéis topchef. De lo más patético de ayer, los momentos "pique en el súper" y "tú caldero apesta" con los que nos obsequiaron los equipos (aparte de chabacanos estuvieron un poco sobreactuados, como si la organización los hubiera azuzado a darle vidilla al tema) Bueno, os dejo por ahora, que ya me he despachado a gusto. Espero seguir comentando por aquí, de todas formas, porque tus crónicas sí merecen la pena. Un saludo!

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  5. Avecrem, vaya tela.
    Pero es que el planteamiento también es de traca: caldereta en la plaza del pueblo pero que sea gourmet ¿...?
    No señor, cada cosa lo suyo. Nadie se pone en las fiestas a "degustar" ni a "paladear" la maravillosa caldereta. Ahí lo que toca es comer chicha y beber cerveza con los amigos. Sin más.

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  6. Hola otra vez... me ha gustado mucho tu crónica de las pruebas de este programa y sobre todo, las fotos y los pies que las acompañan... ja, ja... creo que has dado en el clavo: los buitres parecen más educados que estos tipos.
    Pero bueno, al lío: sobre la prueba en grupo (creo que no hubo la de inmunidad porque entonces habrían quedado grupos de diferente número de miembros, y esto cuando hay ya tan pocos concursantes, se nota más), está claro que ganó la caldereta más currada, por más que no tuviera el aspecto tradicional. En ese sentido, fue justo el resultado. Señalar, igual que haces tú en el comentario, lo curioso que resulta que Arrabal, que siempre elabora platos más modernitos y con una concepción más "exquisita", cuando dirige a un equipo se ha decantado, tanto en este programa como en el anterior, por una cocina más de "rancho" y con aires viejunos". Lo de la guarnición es de delito, lo mismo que la que le sirvió el programa pasado al marqués del Griñón e invitados... patatas chafadas con tropezones. Sólo le faltó dibujar un carita con ketchup sobre el puré.
    En cuanto a la eliminación, parece justa: A.Canales, aunque sin duda es un buen cocinero y parec un tipo simpático, siempre ha dado la impresión, en este programa de estar un tanto despistado y dubitativo, también cuando fue jefe de cocina y la propia Bárbara( ¡horror!) le tuvo que enmendar la plana porque iba a servir los postres sin terminar (otra cosa es que Bárbara se meta donde no la llaman, pero en ese caso tenía razón).
    Sobre los platos "gastrobotánicos" (¿por qué no hablar de cocina vegetariana, como toda la vida?), más de lo mismo: los concursantes parecen tener aprendidos todos los trucos y técnicas de la cocina postmoderna o post-Bulli (emulsiones, ósmosis, gelificaciones.... y menos mal que no sacaron el consabido nitrógeno, que al parecer , ya está un poco" pasado")y las aplican vengan o no a cuento, ya se trate de una lechuga, un solomillo o una pierna de cordero... el resultado: uno hizo una ensaladita de cogollos de las de toda la vida, adornada, eso sí, con unas flores de ajo adornando que le daban un look fenomenal.... otro, un gazpacho de lechuga (o sea, una ensalada pasada por la licuadora, no nos engañemos) con "tropezones varios... que ahora se llaman "texturas"... genial. Y el último Javi (que yo creo va para favorito, si Miguel se lo permite), el que se lo curró un poco más, con el canelón (otro clásico) de gelatina de lechuga.... (suena repugnante, pero tiene un curro), relleno, eso sí, con el comodín de todo cocinero modernete (al menos de los que salen en "Top chef"): un tartar, en este caso de tomate con piñones.... Conclusión, a mi modo de ver: la prueba era muy difícil, pero ellos lo que hacen es aplicar unas técnicas novedosas (por cierto, eso de meter la comida en bolsas de plástico para hacer el vacío y tal, dará muy buen resultado, pero es un poco cutre de ver), a ver si suena la flauta. Y así todos los días.
    En fin, a ver si en el próximo programa Barbarita nos da un poco de juego....por cierto, que todos se ríen de ella, pero al menos lo platos que ha ido haciendo, parecían comibles, más allá de su aspecto más clásico que los demás.
    UIn saludo a todos/as.

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  7. Me he partido la caja con el ultimo párrafo, jaja, que bueno...

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  8. Javi, yo después de ver el programa, de leerte y leer los comentarios empiezo a pensar que los concursantes, salvo algunas excepciones, están (estaban, porque en sí el programa ya ha acabado) hasta el moño de estar en Top Chef. Y lo digo porque se ve de lejos que quieren dejar a Bárbara para fomentar el morbo, a Miguel (que como un invitado dijo le encanta chupar cámara) y a A.Arrabal para dar el contrapunto de pique-brother al que se ha amoldado.
    Creo que por eso Jesús y Canales aunque se han ido, y puede haberles dolido, les ha tocado la moral más por el hecho de que el concurso no ha cumplido sus espectativas, que por haber sido eliminados. Yo creo que ellos conocían el Top Chef anglosajón, y pensaron que la cosa iría más por allí y al final se han encontrado en "pesadilla en la cocina".
    No sé, creo que la cosa puede estar Miguel - Javi, pero me decanto más por pensar que el programa ha elegido a Miguel. Eso si no nos dejan colapsados en el sofá haciendo ganar a Bárbara... que todo podría ser! Pero gane el que gane creo que va a ser más por el merchandising posterior que por sus artes culinarias.
    Yo después de este programa he llegado a la conclusión de que me han decepcionado por completo... no los concursantes, que al fin y al cabo sólo reciben órdenes... y de que se les está viendo el plumero a leguas. En fin, ellos sabrán, pero con estas premisas, por mí, no hace falta que hagan Top Chef 2.
    Besos!!

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  9. Aquí el anónimo del "bizcocho de cáscaras de nuez y tranchette".

    Yo de este último programa he sacado dos conclusiones. La primera, que cada vez aguanto menos a Miguel (y Arrabal el "esta no es mi cocina" no le anda lejos). Seguro que es un gran cocinero, pero el "puto amo de los guisos" me parece prepotente, cargante y a ratos muy maleducado, especialmente con Bárbara, a la que ya maltrata por deporte. Además, alguien debería decirle que el rollito ese de seductor-sonrisas le queda grande grande. Mu grande. Bárbara me parece la más floja de los que quedan (incluyendo algunos que ya se fueron), pero por otro lado ya me parece bien que en el próximo programa les mande a pastar a todos. Que parecen críos.

    La segunda conclusión es que más que un programa de cocina, las pruebas de última oportunidad parecen un capítulo de McGyver que con un clip oxidado, una tirita y una goma milán (rosa) conseguía...un telescopio!!!! pues estos con una lechuga y muchos gadgets tienen que conseguir no se sabe qué. Una lechuga! La semana que viene les pedirán que hagan una paella con un chicle de clorofila, agua del carmen, boniato y almax. Al tiempo...

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    1. jajajajajaja... no les des ideas... jajajajajajja

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    2. Ja, ja, ja... creo que en algunos lugares para guiris hacen así la paella.... bueno, y para los que no son tan guiris.... ; )

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  10. Me ha gustado mucho tu "cronica" del programa, totalmente de acuerdo contigo, y los demas comentaristas, no le llega ni a la suela del zapato a la americana, es un quiero y no puedo, las pruebas evidentemente buscan el fracaso si ó si, y los "grandes" se han ido desencantados del programa, no me extraña. Arraba mucho hablar... pero luego ó termina de ranchero de la mili ó lo arregla todo con nitrogeno, Miguel un creido total, Barbara... pues eso, es Barbara, Javi no le termino de ver, Begoña para mi es una gran cocinera, cuando la dejan... que lo de las patas de cerdo... en fin. Chicote se siente el amo del chiringuito, y parece que Angel y Susi poco tienen que decir, aparte de la brasa que esta dando todo el programa a los concursantes, que no se como no le mandan a tomar...
    me quedo por tu blog que no quiero perderme ninguna de tus cronicas, un saludo

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  11. Estoy esperando Master Chef 2. De top chef estoy saturado. No es lo mismo alentar la creatividad que buscar el fallo con estilo "pesadilla en la cocina". Los guionistas del programa tienen muy mala idea... ya comenté que cuando llegó Arguiñano yo no tragué con la asignación de las partes del cerdo: fue una cerdada en toda regla que perjudicó a unos especialmente. Lo de la pastilla de caldo es un fusilamiento con primer plano del realizador. Me comentan que hace tiempo había un cocinero de los de ranchos populares que se lo rifaban de lo bien que le salían peeero... siempre a hurtadillas echaba algo que llevaba en el bolsillo. No había cámaras para ver el Starlux.

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